Fachada principal del Ayuntamiento de BarcelonaWikimedia

Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona, obligado a investigar si un exceso de gas radón en sus edificios provoca cáncer

El consistorio tiene tres meses para realizar la inspección y comunicar sus resultados

El Ayuntamiento de Barcelona tendrá que emprender una inspección para esclarecer qué porcentaje de gas radón se encuentra presente en sus edificios, según la resolución dada a conocer hace unos días por la Inspección de Trabajo, a instancias de una denuncia de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

El consistorio tiene ahora tres meses para planificar la inspección, llevarla a cabo y comunicar los resultados a los delegados de prevención. La inspección empezará en la Sala Conjunta de Coordinación - Centro de Gestión de Emergencias (SCC/CGE), situada en la calle Lérida, en Barcelona. De no producirse ésta, se procederá reglamentariamente y se comunicará al Consejo Nacional de Seguridad Nuclear.

La CSIF también ha pedido que se vigile la salud de los trabajadores con las necesarias pruebas específicas para una detección precoz de cáncer o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Según el sindicato, se han detectado diversos casos de cáncer entre la plantilla, que suponen se han producido como consecuencia de un nivel alto de gas radón en esos edificios municipales.

Cuatro años de reclamaciones

Desde 2020, la CSIF lleva reclamando que se haga un estudio sobre los edificios municipales del Ayuntamiento de Barcelona para conocer los niveles del gas radón. Las críticas ya vienen del año 2017, cuando se detectaron deficiencias en la SCC/CGE.

CSIF reclama dicha inspección por el riesgo, como se ha dicho, que los trabajadores puedan enfermar de cáncer de pulmón o EPOC, también conocida como bronquitis crónica. En 2017 y 2020 el Ayuntamiento de Barcelona dijo que tomaba en consideración la reclamación del sindicato, pero nunca llevó a cabo una inspección.

Debido al Real Decreto 1029/2022, desde el 22 de junio de 2024 es obligatorio disponer del promedio anual de concentración de radón en aire mediante la realización de medidas de este gas. El nuevo nivel de referencia a tener en cuenta en los puestos de trabajo (y viviendas) se establece en 300 Bq/m³. El radón es un gas radioactivo de origen natural. Este gas, tiene tendencia a concentrarse en los interiores de los edificios como viviendas, escuelas y lugares de trabajo.

Cuando se inhala, el radón introduce material radiactivo en los pulmones, incrementando el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. La exposición continua a niveles elevados de Radón es extremadamente peligrosa para las personas. Los efectos del gas radón suelen manifestarse después de un largo periodo de exposición y además, al ser un gas que es invisible e inoloro, se puede estar expuesto a este gas y no saberlo.

Los efectos del radón para la salud de las personas en España son verdaderamente alarmantes, ya que se estima que este gas radiactivo es la causa directa de la muerte de más de 2.000 personas al año.