Iglesia de Sant Andreu PalomarAndreuenc

Sociedad

La iglesia de Sant Andreu (Barcelona) reabrirá gradualmente tras un mes cerrada

La parroquia de Sant Andreu de Palomar retoma misas en noviembre, mientras avanza la revisión de daños estructurales

La iglesia de Sant Andreu de Palomar reabrirá sus puertas al público «por fases» a partir de inicios de este mes de noviembre, tras permanecer un mes cerrada para evaluar daños en sus cimientos, afectados por grietas y humedad, según un comunicado de la parroquia. Aunque el acceso será parcial, la iglesia planea realizar ceremonias en una sección limitada de la nave central, mientras se ejecutan medidas de protección y seguridad.

El recinto ha sido completamente vaciado para permitir el acceso de maquinaria especializada, como una grúa elevadora, que ha facilitado a los técnicos la inspección de las grietas en la estructura. Los primeros informes indican que algunas áreas del templo presentan daños más graves que otras. Según expertos y vecinos de Sant Andreu, las deficiencias en los cimientos, construidos con materiales precarios, se han visto agravadas por las vibraciones del metro, especialmente durante las obras en la plaza de Orfila.

La situación de la emblemática cúpula de Sant Andreu sigue siendo delicada. Tras la reforma de 2020, que costó más de un millón de euros, la cúpula ha vuelto a cubrirse con una red protectora para prevenir desprendimientos.

A mediados de octubre, el Arzobispado de Barcelona, junto a representantes del Departamento de Cultura, el Ayuntamiento y otras instituciones, definió las próximas etapas de inspección y seguridad en una reunión de seguimiento. Se prevé que en las próximas semanas se cierre el calendario definitivo de obras.

La comunidad de Sant Andreu también observa con inquietud la situación de la histórica Capilla dels Segadors, anexa a la iglesia. Este espacio, ligado a la revuelta de 1640 que inspiró el himno catalán, requiere recursos para su conservación. Tras años de gestiones, el Ayuntamiento y el Arzobispado han acordado una inversión de 300.000 euros para su protección. El Centro de Estudios Ignasi Iglésias, uno de los principales defensores de la preservación del patrimonio local, confirmó que se mantiene el convenio con el consistorio para seguir adelante con el proyecto de la capilla.