El monumento a Cristóbal Colón, en BarcelonaWikimedia

Rutas por Barcelona

Una ruta por el final de la Rambla de Barcelona: los secretos del colosal monumento a Colón

Segunda parte de nuestro recorrido guiado por la calle más recorrida de la capital catalana

La semana pasada empezamos en esta sección de El Debate un recorrido por la Rambla de Barcelona, acabando en la Plaza Real. Hoy seguimos bajando por esta calle, y empezamos fijándonos en el Hotel Oriente, donde se encontraba el colegio de San Buenaventura. Un edificio diseñado por Pere Serra en el siglo XVII. En 1882 los arquitectos Eduard Fontseré y Juli Mariscal construyeron el hotel. En una de sus salas se conserva parte de la bóveda del antiguo colegio.

Rambla abajo llegamos a la Plaza del Teatro. Aquí se puede contemplar un monumento dedicado a Frederic Soler, conocido como Serafí Pitarra, poeta y dramaturgo del siglo XIX. Delante se alza el Teatro Principal. En esta plaza empieza la calle Escudillers, nombre que se conocía en la Edad Media a los alfareros.

Aquí no pueden dejar de visitar el restaurante Los Caracoles, propiedad de la familia Bofarull. Por este restaurante han pasado cantantes de ópera, directores de cine, actores, políticos… tal y como reflejan los autógrafos colgados de sus paredes.

En lo que es hoy la Universidad Pompeu Fabra, al lado del antiguo restaurante Amaya, estaba la Pensión Lolita, que los viejos del lugar aún recuerdan.

La Rambla de Santa Mónica

Este último tramo es La Rambla de Santa Mónica. En ella aún podemos encontrar vestigios de su pasado, como el Palacio Marc, la casa del fotógrafo Napoleón, el Crédito y Docks, la fundición de cañones, la Iglesia de Santa Mónica y las Drassanes, o atarazanas.

La casa del fotógrafo Napoleón es el actual Frontón Colón. Enfrente estaba el Frontón Jai Alai. Los Napoleón fueron una saga de fotógrafos afincados en Barcelona y Madrid. Sus fundadores fueron Anne Tiffon Cassan, conocida como Anaïs Napoleón y Antonio Fernández Soriano. Fueron los fotógrafos más importantes de la Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX. Crearon la firma A. y E. dits Napoleón.

En el edificio Crédito y Docks, construido en 1882 por Elies Rogent, se inauguró en 1973 el Museo de Cera: otra visita imprescindible. A continuación, el Palacio Marc o March, sede de la Conselleria de Cultura de la Generalitat de Cataluña.

El museo de cera de BarcelonaAjuntament de Barcelona

Francesc March, un comerciante de Reus, decidió construir aquí un palacio. Era un rico comerciante de aguardientes, que deseaba poseer un palacio a imagen y semejanza del Palacio Moya. Se construyó entre los años 1776 y 1780 por el arquitecto Joan Soler Faneca. Pertenece al clasicismo, y su sobria fachada da paso a la antigua Fundición de cañones. La mandó construir el Consell de Cent y funcionó hasta mediados del siglo XVIII.

Delante del Palacio Marc se encontraba el convento de los Agustinos Descalzos de Santa Mónica. El convento fue construido en 1619 cuando abandonaron la capilla de San Bertrán de Montjuic. Como consecuencia de la desamortización de Mendizábal fue abandonado, pasando la iglesia a ser parroquia. Actualmente acoge el Centro de Arte Santa Mónica. La Iglesia conserva el antiguo claustro del convento.

Al final de La Rambla, antes de adentrarnos en el monumento a Colón, están las Drassanes. Este conjunto es el más grande y completo de tipo medieval conservado en el mundo. Es el edificio gótico civil más importante de la ciudad. Se construyeron durante los siglos XIII y XIV y ayudaron a la expansión comercial de la ciudad.

El monumento a Colón

Y llegamos a uno de los monumentos más representativos de Barcelona: el monumento a Cristóbal Colón. Fue aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona el 10 de mayo de 1881. Se creó una comisión central ejecutiva presidida por Francisco de Paula Rius i Taulet, como presidente.

El encargado del proyecto y su ejecución fue Cayetano Buidas Monravá. El monumento es una alegoría al descubrimiento de América, a España y a las personas que participaron en la empresa. Se divide en tres plantas: la base con sus figuras, leones y medallones; la columna, y la figura del descubridor.

En los medallones se representan ocho personas relacionadas con Colón: Martín Alonso Pinzó, realizado por Rossend Nobas; Vicente Yañez Pinzón, realizado por Josep Llimona; Fernando V, realizado por Francesc Pagès; Isabel I, realizado por Antoni Vilanova; Fray Juan Pérez, realizado por Eduard Batista Alentorn; Fray Antonio de Marchena, realizado por Pere Carbonell; Andrés de Cabrera, marqués de Moya, realizado por Manuel Fuxà; y Beatriz Fernández de Bobadilla, marquesa de Moya, realizado por Josep Carcassó.

Pedestal del monumento a Colón, en BarcelonaWikimedia

En cada esquina hay cuatro grupos de personajes. Jaume Ferrer de Blanes, que sujeta un globo terráqueo, realizado por Francesc Pagès; Luís de Santángel Bessant y Ponce de León acompañados de un paje, realizado por Josep Gamot; el capitán Pedro Beltrán de Magarit, realizado por Eduard Batista Alentorn; Fray Bernat de Boïl, realizado por Manuel Fuxà.

También encontramos las alegorías de los reinos de España: Cataluña, realizada por Pere Carbonell; León, realizada por Rafael Atché; Aragón, realizada por Josep Gamot, y Castilla, realizada por Josep Carcassó. Los ocho leones fueron realizados por Agapito Vallmitjana Abarca. La estatua de Cristóbal Colón, de 7 metros de altura y 42 toneladas de peso, es obra de Rafael Atché Ferrer.

La columna fue construida por el ingeniero Alexander Wohlguenuth. Está dividida en 8 trozos o piezas: la base pesa 32.000 kilos; el primer trozo, 26.000 kilos; el segundo,25.000 kilos; el tercero, 24.000 kilos; el cuarto, 24.000 kilos; el capitel, 30.000 kilos; el templete, 14.000 kilos; la esfera y el zócalo pesan 16.000 kilos; los adornos de bronce, 14.000 kilos. En total su peso es de 205.000 kilos.

El monumento se inauguró coincidiendo con la Exposición Universal, el 1 de junio de 1888. En él estuvieron presente el rey Humberto I de Italia; el presidente de los Estados Unidos Grover Cleveland; autoridades de Génova; la reina regente María Cristina de Borbón, y toda la corporación municipal, que asumió el coste del monumento.

Si uno no tiene claustrofobia es muy recomendable subir hasta la semiesfera del monumento en el ascensor interior. El monumento ha sufrido tres restauraciones: 1929, 1965 y 1984. La de 1965 fue realizada por Josep Miret Llopart.