Barcelona vigilará de cerca los supermercados 24 horas

El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido aumentar la vigilancia sobre los supermercados 24 horas, establecimientos que en los últimos años han proliferado en barrios turísticos y generado preocupación por su impacto en el entorno. La Comisión de Economía y Hacienda aprobó una propuesta presentada por Junts, en colaboración con el gobierno de Jaume Collboni, que incluye la elaboración de un censo y un mapa de estos comercios, así como medidas para supervisar su actividad y promover un cambio en su imagen.

La concejala de Comercio, Raquel Gil, reconoció la inquietud que genera este modelo de negocio, criticado por saturar ciertas zonas con una oferta de baja calidad. «Es imprescindible garantizar que cumplen con las normativas y respetan tanto las licencias como las condiciones laborales de los trabajadores», afirmó.

Plan de acción: censo, imagen y control

El plan municipal contempla un mapeo de los supermercados 24 horas en cada distrito y un impulso para que adecúen su estética a las recomendaciones del Instituto Municipal del Paisaje Urbano. Además, se incrementarán las inspecciones para asegurar que disponen de las licencias pertinentes, cumplen normativas fiscales y sanitarias, y respetan los horarios de actividad.

El caso de la Casa Heribert Pons como detonante

La polémica surgió tras la apertura de un supermercado 24 horas en la Casa Heribert Pons, un edificio modernista catalogado como bien cultural de interés local en la Rambla de Catalunya. Una inspección municipal reveló que el establecimiento operaba sin las licencias requeridas ni permisos de reforma, encendiendo las alarmas en el consistorio y entre colectivos ciudadanos.

Damià Calvet, concejal de Junts, denunció que este tipo de comercios suele incumplir la Ordenanza de Usos del Paisaje Urbano, especialmente en aspectos como rótulos y cierres. «Necesitamos más inspección para evitar estos desajustes», señaló.

Proliferación acelerada: casi 700 en cuatro años

Según datos del Ayuntamiento, entre 2020 y 2024 se concedieron casi 700 licencias para supermercados 24 horas, la mayoría concentrados en el Eixample y Ciutat Vella. De estos, 544 cuentan con locales de menos de 150 metros cuadrados y 142 tienen hasta 300 metros cuadrados. Sin embargo, no existen cifras precisas sobre los que operan sin autorización o los que hayan cerrado, lo que complica aún más su control.

Con estas medidas, el consistorio busca equilibrar la convivencia entre la oferta comercial y el respeto por la normativa, mientras responde a las críticas sobre el impacto de estos establecimientos en la imagen y calidad de vida de los barrios de Barcelona.