Las vallas indican dónde se está construyendo la gasolinera

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Polémica en Terrassa por la construcción de una gasolinera que amenaza los cimientos de un bloque de pisos

Los trabajos empezaron el 8 de noviembre y han provocado en enfado monumental de los vecinos, porque pensaban que las obras se iban a parar hasta que no se llegara a un consenso

«Miro por la ventana de mi casa y lo que veo es esa gasolinera a solo unos metros. ¿Nadie ha pensado en el peligro que corremos los vecinos teniéndola tan cerca?». Es la queja que nos hace una vecina que vive en el número 716 de la Avenida del Vallès de Terrassa. Y es que, efectivamente, junto a un bloque de 96 viviendas, a prácticamente una decena de metros de distancia, se está construyendo una gasolinera de la empresa Plenoil, concretamente en la confluencia entre la avenida del Vallès y la calle de la Castellassa. Los trabajos empezaron el 8 de noviembre y han provocado en enfado monumental de los vecinos, porque pensaban que las obras se iban a parar hasta que no se llegara a un consenso. Pero no ha sido así.

Los vecinos recuerdan que en la mayoría de esas viviendas viven personas mayores y familias que llevan mucho tiempo residiendo en la zona. Pero el problema va más allá, y creen que la construcción de esa gasolinera supone un riesgo para su seguridad, pero también afectará a su calidad de vida. De entrada, temen que los trabajos pueda afectar a la estructura del edificio. Según aseguran, «las vibraciones y trabajos de excavación para los tanques subterráneos podrían comprometer la estabilidad del inmueble, poniendo en peligro a los residentes».

Desde el balcón de un vecino se ve el desarrollo de las obras

Pero también destacan que puede comportar problemas de salud el hecho de tener una gasolina a escasos diez metros: emisiones nocivas, ruidos las 24 horas y posibles fugas de gases tóxicos, «afectando la salud de los vecinos, especialmente de personas mayores y niños». Los vecinos aseguran que han consultado un estudio científico que muestra que «la exposición prolongada a vapores de gasolina puede tener efectos nocivos en la salud, especialmente en comunidades residenciales cercanas a estaciones de servicio».

Son argumentos que aportan para una recogida de firmas que se ha impulsado por internet, para parar la construcción de esa gasolinera. Pero también se quejan de la falta de transparencia del Ayuntamiento. Aseguran que no ha habido una consulta previo a los vecinos, que no han podido participar en la toma de decisiones de este proceso.

Eso es lo que explica el presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Llorenç, Manuel Serrano, de «la falta de transparencia y comunicación» por parte del consistorio, que no les ha informado de nada. Deja claro que «es obvio que ante una venta entre particulares ningún ayuntamiento puede intervenir, pero creemos que al menos deberían habernos avisado sobre los permisos».

Proyecto legal y seguro

Tal es el enfado de los vecinos, que se han organizado para hacer un seguimiento de las obras, que el Ayuntamiento les convocó a una reunión a tres bandas, también con la empresa conocer el proyecto y resolver dudas. Hasta el último momento los representantes legales de los vecinos se resistieron a acudir porque le entregaron la documentación a última hora y a penas tuvieron tiempo de estudiarla.

En cualquier caso, desde el Ayuntamiento se defienden y dejan claro que el solar, situado en la Avenida del Vallès 720, «se ajusta al cumplimiento de la estricta normativa ambiental y de seguridad que actualmente regula este tipo de uso». Reconoce que la ubicación de la gasolinera ha generado inquietud entre los vecinos y, por este motivo, el consistorio contactó con la empresa propietaria para proponer un cambio de ubicación, algo que rechazó la compañía al considerarlo inviable. Y también remarca que la gasolinera contará con «personal físico», lo que «generará empleo, además de una nueva actividad económica en el barrio».

Eso sí, para evitar problemas futuros similares, el Ayuntamiento revisará los emplazamientos en los que está permitida la construcción de estaciones de servicio para valorar su relación con el resto de usos del entorno y su idoneidad.