Sociedad
Barcelona autoriza la 'Papanoelada Motera' para evitar conflictos sociales
El Ayuntamiento supervisará el evento y aplicará sanciones si se detectan infracciones graves
El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido permitir la celebración de la 'Papanoelada Motera', una concentración anual de motociclistas vestidos de Papá Noel que recorre las calles de la ciudad. Según explicó este miércoles el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, en la Comisión de Seguridad, la administración opta por no prohibir el evento debido al riesgo de que dicha medida pueda generar un mayor impacto social y alteraciones del orden público.
Batlle subrayó que se trata de una «convocatoria espontánea en redes sociales sin responsables identificados», lo que complica su regulación previa. Además, añadió que cualquier intento de limitación podría amplificar su repercusión. Sin embargo, aseguró que se desplegará un operativo de «monitoreo en tiempo real» para gestionar posibles problemas de movilidad y garantizar la seguridad. La Guardia Urbana, indicó, sancionará cualquier comportamiento que implique «indicios de peligro o infracciones graves».
Tensiones en el consistorio
Desde Barcelona en Comú (BComú), el concejal Marc Serra calificó la 'Papanoelada Motera' como una «gamberrada» que afecta al funcionamiento normal de la ciudad. Serra exigió al Ayuntamiento que negocie con los organizadores para trasladar la marcha fuera del centro urbano y que, en caso de negativa, se identifique y sancione a los participantes.
Entidades afines a BComú también han mostrado su rechazo al evento solidario, convocando acciones para bloquear su recorrido. A pesar de estas tensiones, el consistorio socialista, liderado por el área de Seguridad, apuesta por una estrategia de vigilancia activa y sanciones, evitando confrontaciones directas que puedan agravar el impacto del evento.
La 'Papanoelada Motera' se ha convertido en una cita anual que combina espíritu navideño con acciones solidarias, pero también ha generado críticas por los inconvenientes que provoca en el tráfico y la convivencia urbana. Este año, la atención estará puesta en cómo se desarrolla y en las medidas que adopte la administración para equilibrar intereses y garantizar el orden público.