Una vecina de Mataró tendrá que pagar 500 euros por insultar al policía que le propuso hablar en castellano

En 2021, una vecina de Mataró (Barcelona) llamó a la Comisaría de la Policía Local para denunciar que en una tienda de telefonía le habían exigido que hablase en castellano y le habían negado la hoja de reclamaciones. Según la versión policial –en la que se basa la sentencia, según recoge la Agencia Catalana de Noticias–, el agente que la atendió le propuso ceder y cambiar de idioma.

Poco después, la mujer acudió a la comisaría, gritando y muy exaltada. Cuando se le pidió que bajara el tono de voz, pidió una prueba de sonometría, y también se encaró con el agente que la había atendido y le insultó: «Inculto de mierda, ¿no sabes qué dice el Estatuto?».

Los policías le dieron un primer aviso, advirtiéndole de que habría de salir de las dependencias judiciales si no paraba de gritar y armar escándalo, y le facilitaron –el juez dice que le «lanzaron»– una hoja de reclamaciones. «Tenga, ¿quiere otro?», le dijo un agente. Cuando le advirtieron que por su actitud se exponía a una sanción, ella les respondió: «¡Prevarica, so cabrón!».

En septiembre de 2022, efectivamente, el Ayuntamiento de Mataró acordó una multa de 500 euros por desobediencia y obstrucción a la autoridad, a la vez que la mujer acusaba de vulneración de los derechos lingüísticos al agente que la atendió inicialmente. En enero de 2023 el juzgado dictó sentencia constatando «versiones contradictorias» entre la señora y el policía.

Ella pidió al Ayuntamiento que revisase su multa tras la sentencia, pero el consistorio se negó, por lo que ella acudió al Juzgado Contencioso Administrativo para impugnar la negativa a la revisión. Este miércoles, este último tribunal ha dado la razón al Ayuntamiento, confirmando la multa y condenando a la vecina a pagar otros 300 euros en concepto de costas judiciales. La sentencia no admite recurso.