
El papa san Juan Pablo II, en Madrid
Fútbol
El motivo por el que san Juan Pablo II es socio del Barça (y también del Real Madrid)
El pontífice polaco fue nombrado socio de honor azulgrana en 1982, y blanco en 2002
De san Juan Pablo II se recuerdan muchas cosas. El Papa peregrino, el Papa de los jóvenes y el Papa que se alzó firme frente al telón de acero recibió también muchos honores a lo largo de los 26 años que duró su pontificado, entre 1978 y 2005. Entre ellos, sin embargo, destaca uno muy curioso, que tuvo lugar durante el viaje del pontífice a España en 1982.
Aquella fue, también, la primera visita de un Papa a Cataluña –que tuvo su eco en 2010, cuando Benedicto XVI consagró la Basílica de la Sagrada Familia–, y supuso para el pontífice polaco un gran esfuerzo. El viaje, concentrado en un día, el 7 de noviembre, comprendió varias etapas –visitó Montserrat, la citada Sagrada Familia y la Catedral de la ciudad condal– y concluyó con una multitudinaria misa en el Camp Nou, el estadio del FC Barcelona.
Tras la Eucaristía, san Juan Pablo II visitó la pequeña capilla del Camp Nou, dedicada a la Virgen de Montserrat, y que esta semana el club confirmaba que recuperará su lugar una vez terminen las obras del estadio, a final de curso. En aquella capilla, el Papa bendijo la imagen de la Moreneta, situada junto a los vestuarios de los futbolistas, que en aquella ocasión se adaptaron como sacristía improvisada para el pontífice.
El club quiso mostrar al Papa su agradecimiento, y en aquel momento el entonces presidente del Barça, Josep Lluís Núñez, hizo entrega al Papa del carnet de socio honorífico blaugrana, con el número 108.000. Se repartieron rosarios entre los presentes, según recoge una crónica publicada en Mundo Deportivo que recoge lo más destacado de aquella jornada lluviosa.También del Real Madrid
Sin embargo, el FC Barcelona no es el único club de fútbol español que cuenta con el santo polaco entre sus socios: también el Real Madrid ofreció a san Juan Pablo II un carnet de socio honorífico.
En su caso, sin embargo, no fue durante una visita al Santiago Bernabeu, sino durante un viaje a la residencia estival del Papa, Castelgandolfo, en septiembre de 2002. Hasta allí volaron Florentino Pérez y las estrellas blancas del momento, como Hierro, Raúl o Zidane, para celebrar con una audiencia privada con el Santo Padre el centenario del club.
San Juan Pablo II les recordó entonces, según la crónica del momento publicada en El Mundo, la necesidad de ser un ejemplo de juego limpio, y recibió a su vez el carnet de socio honorífico; en este caso, con el número 222.305. No le entregaron una camiseta, pero tampoco le haría falta, dado el blanco impoluto de la vestimenta propia de los papas.