Tumba

El cementerio más pequeño de España está en Lérida, tiene solo una tumba y esconde una historia de amor

La historia no lleva a principios del siglo XX

Bausén es un pequeño pueblo español ubicado en el Valle de Arán, en Cataluña. A orillas del río Garona y colindante con la frontera francesa, este lugar tiene una particularidad que pocos conocen. Se trata del cementerio más pequeño de España, que lleva el nombre de Teresa y solo tiene una tumba.

Se dice que la razón por la que este cementerio solo tiene una tumba es debido a una gran historia de amor, la cual aparece escrita en un cartel que se encuentra en la entrada del cementerio, aunque no siempre estuvo allí. La historia fue rescatada por una periodista llamada Nieves Concostrina a principios del siglo XX y por eso hoy sabemos lo que hay detrás de este cementerio.

Se dice que Teresa se enamoró de su primo Francisco y, queriendo seguir el rito católico, decidieron casarse por la Iglesia. Sin embargo, para hacerlo había que abonar 25 pesetas. Esto era una dispensa de carácter especial que la Iglesia exigía a aquellas parejas que tuvieran consanguineidad, es decir, que compartieran la misma sangre.

La pareja, por la incapacidad de pagar este dinero, decidió no contraer nupcias y hacer vida juntos sin estar unidos en matrimonio. El pueblo rechazó este modo de vida, pues por aquel entonces era considerado pecado, por lo que la pareja fue rechazada.

A pesar de ello, siguieron su vida juntos y un 10 de mayo de 1916 Teresa muere a sus 33 años. Su muerte dejó a su marido y a sus dos hijos solos. Después de esto, Francisco quiso enterrar el cuerpo de su mujer en el cementerio de Bausén. Sin embargo, al intentar hacerlo, se encontró con obstáculos. El párroco, que no les había permitido casarse sin el dinero, tampoco lo dejó enterar a Teresa en el lugar sagrado.

Para principios del siglo XX, aquellas personas que fallecían sin regla con la Iglesia católica, por ejemplo, suicidas o paganos, debían ser enterrados en lugares no religiosos. Por ello, Francisco, junto con algunos vecinos de Bausén, construyeron un pequeño espacio para poder darle sepultura a Teresa.