Una ciudad de Tarragona instalará cámaras de vigilancia con IA para evitar nuevos apuñalamientos o robos

El Ayuntamiento de El Vendrell (Tarragona) no quiere bajar la guardia en su lucha contra la delincuencia. Si en los últimos meses ha potenciado la presencia de agentes en las calles para prevenir y frenar delitos, ahora quiere dar un peso más y prevé instalar casi medio centenar de cámaras de videovigilancia, en se instalarán en varios puntos del municipio y que entrarían en funcionamiento el próximo verano. Ya lo avanzó el equipo de gobierno al poco tiempo de tomar posesión: el objetivo de esta legislatura va a ser la seguridad.

Esa presión policial ha dado frutos, puesto que los delitos se han reducido en un 2% en el primer semestre del año. Pero a un así, no se ha evitado, por ejemplo, un atraco en un supermercado de la población con un arma tipo AK47 o que una pelea acabara a navajazos y con un herido grave. El vídeo corrió como la pólvora por redes sociales. Son dos hechos que se han producido hace un mes, aproximadamente.

Pues bien, una vez licitados los dispositivos, tiene que ser la Comisión de Videovigilancia de Interior la que dé el visto bueno a su ubicación, que tiene que preservar el derecho a la intimidad. Pero la idea es instalar 14 cámaras en el centro histórico, 11 en los núcleos marítimos, 7 en el barrio del Tancat y el resto estarán repartidas por la población, así como en las entradas a El Vendrell y al polígono de la Cometa. Otra cuestión que hay que tener en cuenta que estas cámaras funcionarán con un programario basado en inteligencia artificial que permitirá leer matrículas e identificar las caras de las personas que cometan hechos delictivos.

El concejal de seguridad, Christian Soriano, ya ha avanzado que la idea es que haya una segunda fase y, por lo tanto, se pueda ampliar aún más la red de cámaras. Ahora, ha asegurado, «ponemos las bases de un proyecto de inteligencia artificial y, de facto, aumentamos la plantilla de la Policía Local, porque incrementados los puntos en los que tendremos ojos que vigilarán lo que pasa en nuestras calles».

Y es que el objetivo que se persigue con esta red de cámaras es sancionar a aquellos vehículos que circulen por zonas que no están autorizadas, pero también prevenir la comisión de delitos y ser más «eficientes» a la hora de buscar los presuntos autores de hechos delictivos o incívicos. Para el concejal, «no hay soluciones mágicas contra la inseguridad, pero sí que existen medidas concretas para reducir los índices de criminalidad y aumentar los niveles de civismo».

Y el hecho de que están basadas en la inteligencia artificial de «última generación», permitirá detectar movimientos «inusuales» de personas y de vehículos. Es más, Soriano ha explicado que se «incorpora un reconocimiento facial muy avanzado» que ayudará a la identificación de personas, pero también una búsqueda rápida para establecer el recorrido que puedan hacer estas personas.

¿Y como justifica el Ayuntamiento la instalación de todo este sistema? Por un lado, porque la población demanda más seguridad. El momento álgido se produjo el año pasado, cuando los vecinos denunciaron continuos problemas de convivencia, robos y ocupaciones ilegales. Y, según el consistorio, la previsión es que los hechos delictivos se puedan reducir hasta un 35%.

El coste de estas 46 cámaras de videovigilancia será de unos 260.000 euros, de los que tres cuartas partes los aportará la Diputación de Tarragona. No se podrán poner, por ejemplo, en zonas de escuelas o en puntos en los que «la privacidad de las personas no esté clara», ha asegurado el concejal de seguridad.