Puig incumple sus promesas y mantiene el Consell más caro de la historiaEuropa Press

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Puig incumple sus promesas y mantiene el Consell más caro de la historia

El presidente valenciano cuenta con 29 secretarías autonómicas frente a las 17 que tenía el PP, a pesar de que prometió eliminarlas en 2015

Los tiempos difíciles en los que habrá que apretarse el cinturón parece que no van a hacer mella en la Generalitat Valenciana. Y es que el presidente del Consell, el socialista Ximo Puig, ha iniciado el nuevo curso político sin intención alguna de reducir la gigantesca estructura de asesores y altos cargos, que le ha llevado a estar presidiendo el Gobierno valenciano más costoso de la historia.

Si echamos la vista atrás, fue el propio Puig quien en 2015 prometió eliminar las diecisiete secretarías autonómicas (cargo inmediatamente inferior al de conseller, equivalente al de secretario de Estado). Pues bien, lejos de acabar con este rango, las ha aumentado, hasta llegar a las veintinueve actuales. Es decir, ha creado doce más.

Así, el propio presidente de la Generalitat cuenta con veinticinco asesores, mientras que su antecesor en el cargo, el 'popular' Alberto Fabra, tenía veintiuno, siendo tres de ellos conductores.

Respecto a Fabra, azotado por la crisis económica, se vio obligado a reducir el tamaño de su Consell desde las diez consellerias hasta ocho. Sin embargo, el Gobierno del Botánico ha traído consigo un aumento de carteras, ya que hay once más la presidencia.

Precisamente, una de las carteras que más gasto acarrea en altos cargos es la vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. El departamento liderado hasta julio por la investigada Mónica Oltra y ahora heredado por Aitana Más consta de veintiún asesores.

Aitana Mas y Ximo Puig en la toma de posesión de la de CompromísEuropa Press

En comparación con los últimos gobiernos del Partido Popular, este cargo contaba con cinco asesores, en línea con las otras consellerías, muy lejos del número actual.

En cifras globales, el Consell presidido por Ximo Puig hay 263 altos cargos frente a los 173 que había en 2015, lo que supone que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana paguen en estos conceptos 14,6 millones de euros al año en comparación con los 9,2 que costaba el Ejecutivo de Fabra. En otras palabras, los noventa altos cargos más suponen un coste extraordinario de 5,4 millones de euros al año.

Del mismo modo, el entramado de la Generalitat asciende hasta los 330 empleados entre altos cargos y asesores o, lo que es lo mismo, cerca de veinte millones en sueldos a cargo de los presupuestos de la Comunidad.

«15 nuevos chiringuitos»

Ese incremento de personal de alto rango se da en buena medida en las empresas públicas. De este modo, tal como denuncia el Partido Popular, Puig ha creado «quince nuevos organismos, empresas, fundaciones y chiringuitos cuyo coste anual roza los 450 millones de euros».

De esa cantidad, la mitad está dirigida a cubrir los gastos de personal y funcionamiento, por lo que su utilidad real «es más que dudosa». De hecho, en relación a las empresas públicas, una de las condiciones para acogerse al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) era el compromiso de reducir en 2021 a 110 los 124 entes de titularidad autonómica que había por aquel entonces.

Sin embargo, lejos de acercarse a ese compromiso, Puig los ha aumentado, hasta llegar a los 128, siendo veinticinco consorcios, diecinueve sociedades mercantiles, 43 fundaciones y 41 organismos autónomos.

Con todo ello, el Consell tripartido de PSPV-PSOE, Compromís y Podem ha aumentado en casi 1.700 millones de euros el peso del sector público en la región. Si en la época de Fabra, este era de 2.038 millones de euros, con el Botánico ha ascendido hasta los 3.707 millones de euros, lo que equivale a un aumento del 82 %.

En este sentido, el presupuesto de las empresas dependientes de la Generalitat Valenciana casi duplica los dos mil millones de euros que el Partido Popular presupuestó en su última legislatura.