Radiografía de la delincuencia en la Comunidad Valenciana: se disparan los robos con violencia y las agresiones sexualesPolicía Local de Valencia

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Radiografía del crimen en la Comunidad Valenciana: se disparan los robos con violencia y las agresiones sexuales

Fuentes sindicales afirman que no han visto tantos episodios criminales «jamás» y denuncian que el delincuente «salga antes de Comisaría que la víctima del hospital»

Durante la llamada Operación Verano, la Comunidad Valenciana ha visto como sus efectivos de Policía Nacional aumentaban en 580 agentes. Por provincias, 256 han estado en Valencia, 225 en Alicante y el resto, 59, en Castellón.

La región es una de las autonomías más turísticas del país y es lógico que en épocas como la estival se refuerce para velar por la seguridad de sus más de cinco millones de ciudadanos y de los numerosos viajeros que la visitan.

Sin embargo, una vez pasado el 31 de agosto, fecha en que la cifra de efectivos policías vuelve a ser la habitual, la incertidumbre y la preocupación vuelven a instalarse –si alguna vez se fueron– con mayor intensidad entre los valencianos.

No es para menos, ya que la Comunidad Valenciana presenta unos datos en cuanto a delincuencia y criminalidad más que preocupantes y sin precedentes.

En términos globales, según se extrae de la memoria del Ministerio del Interior respecto a los índices de criminalidad en el primer trimestre de 2022, el total de infracciones penales en la región ha aumentado un 30,4 % respecto al mismo periodo de 2021, pasando de 46.374 a 60.463.

Con estos datos, la Comunidad se sitúa por encima de la media nacional, ya que en el conjunto de España se incrementaron un 27,9 % (de 430.176 a 550.150). Con ello, es la segunda autonomía en que más suben los ilícitos, únicamente superada por Galicia, estando por encima de otras autonomías turísticas y de gran población como Madrid o Andalucía.

Desgranando el dato valenciano por tipología de delitos cometidos, llaman la atención ciertos aspectos. Uno de ellos es la multiplicación de lo que Interior en su memoria califica como «homicidios dolosos y asesinatos consumados», que han pasado de cuatro en los tres primeros meses de 2021 a catorce en el mismo lapso de 2022. Esto equivale a un incremento de un 250 %. Por provincias, Alicante y Castellón no tuvieron ningún caso en el periodo tratado en el informe y han pasado a sufrir cinco y dos, respectivamente. Por su parte, Valencia tuvo cuatro episodios en el primer trimestre de 2021 y de enero a marzo de 2022 fueron siete, un 75 % más.

El segundo tipo delictivo a nivel regional que más ha aumentado es el de los «delitos graves y menos graves de lesiones y riñas tumultuarias», que de 376 ha aumentado hasta los 656 casos o, lo que es lo mismo, un 74,5 %.

Delitos sexuales

Capítulo aparte merecen los datos de criminalidad relacionados con el ámbito sexual. La agresión sexual con penetración registra un incremento del 68,3 %. Así, mientras que en el primer trimestre de 2021 hubo 41 casos, esta cifra ha ascendido en 2022 hasta los 69.

Por otra parte, los delitos contra la libertad e indemnidad sexual ascendieron desde los 431 hasta los 509 (un 18,1 % más).

Respecto a robos y hurtos, las cifras dejan poco lugar a la esperanza y el optimismo. Así, los robos con violencia e intimidación experimentan una fuerte subida del 67,6 % (de 815 a 1.366), los que se llevan a cabo en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, un 21,3 %, mientras que en los primeros tres meses de 2022 se han producido en la Comunidad Valenciana un total de 15.585 hurtos que, comparados con los 10.113 de enero a marzo de 2021, suponen un incremento del 54,1 %.

Por último, mientras el único dato positivo que arroja el informe de Interior es el descenso del 2,6 % en delitos de tráfico de drogas, uno de los indicadores que más sube es el que hace referencia a la sustracción de vehículos, que aumenta un 38 % (de 526 casos a 726).

Valencia, peor que Barcelona

Por actividad, movimiento y población, no resulta extraño que sea Valencia la que más esté sufriendo este aumento de la criminalidad entre los grandes municipios de la Comunidad Valenciana.

De este modo, la capital ostenta el dudoso honor de ser la ciudad española donde más ha crecido la delincuencia. Si bien es cierto que el aumento es generalizado debido al fin de las restricciones por la pandemia y la vuelta a la actividad, el experimentado por Valencia resulta más que llamativo.

Así, mientras que la media nacional es de un 27,9 %, entre las grandes ciudades españolas la subida de la criminalidad en Bilbao ha sido de un 26,4 %, en Barcelona un 31,2 %, en Sevilla un 33 % y en Málaga el 34,7 %. Todas ellas muy lejos del aumento delincuencial en Valencia, que es del 46,2 %.

Perfil del delincuente

Preguntadas por estas fuertes subidas, fuentes del Sindicato Profesional de Policía Local de Valencia y Bomberos (SPPLB) aseguran a El Debate que no las habían visto «jamás». «Está siendo tremendo, sobre todo desde la primavera y en las agresiones sexuales. Nunca ha pasado nada así», indican las mismas fuentes.

Respecto al perfil más común del delincuente, tanto en el ámbito sexual como en robos, hurtos y riñas tumultuarias, esas fuentes apuntan hacia, principalmente, «varones, jóvenes e incluso menores».

Más concretamente, el sindicalista policial precisa que los delincuentes más típicos «van en manada y no tienen miedo a las consecuencias». Preguntado por si predomina alguna nacionalidad o procedencia en concreto, el informador señala que hay «mucho menor inmigrante o de segunda generación, aunque todo se junta».

Respecto a su perfil sociofamiliar, indica que suele responder a patrones de «escasa socialización y padres sin conciliación familiar cuando no, directamente, a familias desestructuradas sin control parental».

Sin embargo, la fuente señala que este retrato del criminal más común en Valencia es «en el mejor de los casos» y lanza una advertencia poco tranquilizadora: «En el peor es que no hay nexo familiar y son 'menas'», dice. De esta manera, «se están creando progresivamente focos en Valencia que derivarán en determinadas olas como en Barcelona, París –ahí está el barrio de Saint Denis– o Bélgica con Molenbeek».

Sobre este fenómeno, la fuente afirma que en Valencia en particular y en España en general se terminarán viviendo los episodios de violencia y criminalidad que otros países europeos ya están sufriendo: «Respecto a Francia, vamos veinticinco años después, pero lo que estamos viendo en estos momentos indica que terminará pasando lo mismo».

Finalmente, en el sindicato alertan de lo que supone que dichos delincuentes «tarden menos en salir de Comisaría que la víctimas del hospital» e instan a reformas legales para que se cumpla lo que establece el Código Penal: «Si delinquen y a las horas salen se creen impunes, pero todo cambia cuando ven las rejas de su celda cerrándose a sus espaldas y que le expliquen el código interno entre los presos».