Comunidad Valenciana Aitana Mas no descarta competir en las primarias con Baldoví y aumenta la tensión en Compromís
La vicepresidenta valenciana deja la puerta abierta a liderar las listas en las elecciones de mayo y va asumiendo más protagonismo dentro de la coalición
Compromís sigue en un complejo proceso de reestructuración interna. Después de que la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Aitana Mas, cesara fulminantemente a la consejera de Agricultura y compañera de partido, Mireia Mollá, es la propia Mas la que protagoniza el, por ahora, último capítulo de polémicas en la coalición.
En este caso, la también responsable de Igualdad y Políticas Inclusivas ha sido la que, por iniciativa propia, no ha zanjado la posibilidad de que se vaya a presentar a las primarias de su partido para encabezar la lista de cara a presidir la Comunidad a partir de mayo.
Con un escueto «no es una cuestión que esté valorando» y recordando que la decisión al respecto la fijó para «finales de enero», Mas deja la puerta abierta a optar al liderazgo de la coalición.
En tal caso, la vicepresidencia autonómica tendría que enfrentarse cara a cara con un 'viejo' de la política como es el diputado nacional Joan Baldoví. El parlamentario ya anunció a finales del mes de septiembre que se iba a presentar a las primarias, lo que desató una oleada de críticas y tensiones en el seno nacionalista.
Ese hipotético duelo iría mucho más allá de contrastar un programa electoral con otro o de exponer el punto de vista de cada uno sobre un tema determinado. El trasfondo sería una dura batalla entre las dos principales familias de la formación.
Así, mientras Baldoví proviene del Bloc Nacionalista Valencià, posteriormente renombrado como Més, el partido de la vicepresidenta es Iniciativa, el mismo que el de su antecesora, Mónica Oltra.
El caso Oltra, origen de la inestabilidad
Precisamente, es Oltra o, mejor dicho, su situación procesal, el origen de las pugnas y purgas en la coalición.
Desde que en 2014 armó una serie de candidaturas sólidas con tal de alcanzar el poder en las elecciones locales y autonómicas del año siguiente, Compromís había sido una roca políticamente hablando.
A pesar de autodefinirse como una coalición de carácter asambleario en la que las decisiones las tomaba «la gente» frente al líder todopoderoso de los partidos clásicos monolíticos, en la práctica sus estructuras respondían –y siguen respondiendo– al modelo tradicional.
Todo giraba en torno a Oltra, que se había granjeado su fama ejerciendo como azote de los casos de corrupción del Partido Popular en la Comunidad Valenciana. Por debajo de ella había otras figuras habituales en la política regional como Joan Ribó o Joan Baldoví, pero Oltra era la líder incontestable.
Sin embargo, al séptimo año estando en no pocas instituciones, el magistrado del Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia investiga y va teniendo indicios más que fundados de que Oltra habría podido incurrir en el encubrimiento de los abusos sexuales de su marido a una niña de catorce años en un centro bajo su tutela. Por ello, decirle investigarle y citarle a declarar.
Esta decisión provoca un terremoto en la coalición nacionalista. Tras unos primeros momentos en que sus compañeros exhiben una defensa sin fisuras de su líder –fiesta con música y baile incluida–, Oltra acaba renunciando a todas sus responsabilidades y pronto cada uno de ellos tomando posición internamente.
Es en ese momento cuando Baldoví, como se ha dicho, anuncia por sorpresa su candidatura. Lo hace, además, sin comunicárselo a casi ningún miembro de Compromís y a través de La Sexta, su medio de comunicación predilecto.
A partir de ahí, Aitana Mas va compaginando su rol institucional de vicepresidenta y portavoz del Gobierno valenciano con su figura dentro del partido como sucesora de Oltra que es.
A medida que avanza la investigación contra esta última y las declaraciones ante el juez se suceden, sus opciones de volver a la primera línea política y figurar en las listas electorales van menguando como hielo al sol.
Como consecuencia de ello, y muy probablemente con el respaldo desde el inicio de Oltra, Mas va asumiendo más responsabilidad y protagonismo en Compromís. De hecho, y puesto que en la formación todo es tan complejo, la destitución de la consejera Mollá también envuelve un mensaje de puertas para dentro.
Justificándose en buscar mayor «cohesión» en el Ejecutivo tras los ataques de la ex responsable de Agricultura a sus compañeros de gabinete, Mas aprovecha para descabezar la estructura política que Mollá y su padre habían consolidado durante muchos años en la provincia de Alicante.
Mientras tanto, aunque en las ruedas de prensa tras el pleno del Ejecutivo regional no trata asuntos de partido, sí es cierto que ser la portavoz autonómica le otorga y le sigue otorgando una visibilidad e influencia mediática claves.
En el caso de Baldoví, no va precisamente escaso de atención de en los medios de comunicación. Más allá de la relevancia que le da su escaño en el Congreso de los Diputados y las pertinentes declaraciones, el nacionalista es un habitual en diversos programas, sobre todo de televisión, donde goza de un trato exquisito y no pasa apuro ninguno.
A diferencia de Mas, que obviando los círculos de Compromís prácticamente era una desconocida hasta saltar a la vicepresidencia, Baldoví cuenta con una larga trayectoria en la Comunidad –fue alcalde de Sueca también– y, por tanto, tiene un mayor grado de conocimiento entre los valencianos.
Por último, a la vicepresidenta autonómica se le ha podido ver días atrás acompañando a Oltra. Lo ha hecho en la presentación de un libro en la que la exdirigente de la coalición se dirigió personalmente a su sucesora para agradecerle su «apoyo».
Este gesto, y que Mas, lejos de intentar alejarse, haya reivindicado contundentemente el «legado de Oltra» a pesar del sumario en el que está investigada, podría hacer ver que desde el ala de Iniciativa tienen por seguro que van a dar la batalla a Baldoví de cara a que Compromís siga bajo los postulados del 'oltrismo'.