El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la de Navarra, María ChiviteEP

Comunidad Valenciana  Navarra y Valencia, comunidades donde el PSOE se abraza al nacionalismo más radical para gobernar

Carlos García Adanero y Fernando de Rosa coinciden en que partidos de ambas comunidades comparten «el mismo objetivo anexionista»

«Con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo digo cinco veces, o veinte. Con Bildu no vamos a pactar. Con Bildu, se lo repito, no vamos pactar». Al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, esta y otras frases similares le perseguirán a lo largo de su tortuosa legislatura en coalición.

El próximo 28 de mayo se celebran unas elecciones locales y autonómicas en las que, según dicen los expertos en la demoscopia, es el propio jefe del Ejecutivo quien se juega los cuartos. Buena parte de ello deriva como consecuencia de con quién ha pactado.

Para el recuerdo quedará aquella inolvidable estampa junto a una bandera nacional de dimensiones incalculables. Era Pedro Sánchez. El mismo que casi al instante tardó entre cero y nada en cerrar todos los pactos habidos y por haber en todo el territorio nacional.

Lo único importante era gobernar y en base a ello todo valía. Pero esa teoría tuvo y sigue teniendo un efecto más perverso si cabe en dos regiones: Navarra y Comunidad Valenciana.

Primeramente, cabe señalar que existen dos enormes diferencias entre estas dos autonomías. Tal como destaca el diputado nacional y candidato del Partido Popular a la alcaldía de Pamplona, Carlos García Adanero, en Navarra «hubo presencia del terrorismo de ETA» y en Valencia tampoco hay «partidos que abiertamente aboguen por la anexión con Cataluña».

«Lengua, bandera y territorio»

Sin embargo, el parlamentario sí advierte similitudes en cómo el nacionalismo penetró en la comunidad Foral y la manera en que lo está haciendo el catalán en la región valenciana.

En su opinión, esta ideología busca «la anexión de territorios» y siguen llevando a cabo la misma metodología, que el diputado resume en «lengua, bandera, territorio».

Si en Navarra se quiere naturalizar el euskera, Esquerra Republicana de Cataluña y similares han encontrado en Ximo Puig un filón para hacer lo propio con el catalán en la Comunidad.

En la misma línea se expresa el senador del Partido Popular por la provincia de Valencia Fernando de Rosa: «El tripartito ha entregado la Educación a Compromís para moldear a las nuevas generaciones y despersonalizar la identidad propia de la Comunidad y de España».

En opinión del popular, los nacionalistas en Valencia han demostrando que quieren Educación «mucho antes que otras consejerías».

Sobre el tema de las banderas también se pronuncian ambos. García Adanero opina que los independentistas mediante su uso pretenden «conquistar todo» y a quien no lo asuma ponerle «bajo la espada de Damocles».

Por su parte, De Rosa denuncia que desde que está el tripartito de izquierdas formado por PSPV-PSOE y Compromís se han multiplicado los actos «con la cuatribarrada y la estelada» –bandera catalana e independentista, respectivamente–.

Preguntados por si esta dinámica puede seguir o quizá se revierta tras las elecciones del 28 de mayo, ambos responden a El Debate.

Primeramente, García Adanero advierte de que si «este Gobierno sigue adelante», formaciones como Compromís «irán dando pasos hacia una convergencia con el nacionalismo catalán», y subraya que en el Congreso de los Diputados «ya lo están haciendo».

De este modo, el navarro apunta que si Sánchez consiguiera revalidar la mayoría 'Frankenstein', formaciones como Compromís «se quitarían la careta en su ambición de formar un gran país junto a Cataluña».

A juicio de De Rosa, este hecho está más cerca que tarde de producirse y él mismo lo explica: «En el Senado ERC y Bildu están en el mismo grupo. Compromís está en el de Izquierda Confederal junto a Geroa Bai. Ambos grupos suelen votar lo mismo», subraya el senador.

Los presidentes autonómicos de Cataluña, Pere Aragones (i) y de la Comunitat Valenciana, Ximo PuigEFE

En referencia al autogobierno, ambos representantes públicos expresan su postura. De Rosa subraya que si Ximo Puig insiste en su política de abrazo sin fisuras al nacionalismo más extremo, de facto estará «no reconociendo la personalidad de la Comunidad Valenciana» ni «sus principios estatutarios y constitucionales».

Por su parte, García Adanero lamenta «el caldo de cultivo» que ha producido el Gobierno de Sánchez para el independentismo, aunque termina enojado pero irónico:

«Esta clase de partidos suele decir que odian a España y que se quieren ir, pero a la vez quieren ir cogiendo territorio. Al final, van a seguir estando en España».

En lo concerniente a encuestas, en la Comunidad Valenciana se prevén las elecciones más igualadas de la historia. Con un empate técnico entre el actual tripartito de izquierdas y Partido Popular y Vox, Ximo Puig tiene muchas posibilidades de que a partir de las elecciones, le desalojen del poder después de ocho años.

En cuanto a Navarra, donde también el próximo 28 de mayo abrirán las urnas, el CIS de Tezanos sitúa al Partido Socialista de la actual presidenta, María Chivite, como primera fuerza con entre doce y diecinueve escaños.

A ella le seguiría, siempre según Tezanos, Unión del Pueblo Navarro en una horquilla de entre 10 y 17 diputados.

Tras ellos, EH Bildu conseguiría de 8 a 11 y Unidas Podemos de 3 a 7. El resto del arco parlamentario lo compondrían Geroa Bai (2-5 escaños), PP (2-4), Vox (0-3) y Ciudadanos (0-2).

Puesto que la Cámara foral la componen cincuenta diputados, la mayoría absoluta está en 56.