Vista de la playa de Levante, en la localidad alicantina de Benidorm

Comunidad Valenciana  Claves de la nueva política turística valenciana: eliminación de la tasa y conexión directa con Estados Unidos

El Gobierno de Carlos Mazón derogará el impuesto aprobado por el tripartito y priorizará el crecimiento de visitantes internacionales, especialmente los procedentes del mercado norteamericano

El Gobierno de Carlos Mazón comenzó su actividad hace nueve días con múltiples tareas sobre la mesa. Una de las que requiere mayor prioridad es la que tiene como objetivo, en palabras del propio presidente valenciano, «aliviar el infierno fiscal» que hereda de la Administración Puig. Con tal de lograrlo, en la primera reunión con su Gabinete, el popular ya encargó los estudios pertinentes para suprimir de manera urgente los impuestos de Sucesiones y Donaciones. Del mismo modo, tiene previsto frenar la aplicación de la tasa turística.

Este nuevo gravamen fue aprobado de manera definitiva por las Cortes autonómicas el pasado mes de noviembre, validando así que los turistas que se alojen en la Comunidad o atraquen en un crucero abonen diariamente un cantidad que oscilaría entre los cincuenta céntimos y los dos euros desde diciembre de 2023.

El trámite no estuvo exento de polémica. El primero que se opuso a la medida fue el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, que equiparó el cobro de la tasa por parte de los ayuntamientos con convertir a estos en meros agentes recaudadores. Llegó a decir que si se aprobaba, dimitiría, pero nunca llegó a cumplir esa amenaza. Tampoco estuvo de acuerdo Puig. En más de una ocasión expresó sus reservas al respecto, aunque finalmente pudo más la presión de sus socios de Compromís, defensores a ultranza de la iniciativa.

«Mensaje turismofóbico»

Oficialmente, la razón por la que el tripartito sacó adelante la tasa turística era que los visitantes que optaran por la región pagasen más a modo de compensación por el gasto que suponen para las arcas públicas en ámbitos como la sanidad o la limpieza viaria. De hecho, la exvicealcaldesa de Valencia y candidata del PSPV-PSOE a la alcaldía levantina en las elecciones del 28-M, Sandra Gómez, siempre se mostró claramente a favor del impuesto. Tanto es así, que abogaba por un importe de hasta seis euros al día a los apartamentos turísticos en la capital.

Sin embargo, con el cambio de Gobierno al frente de la Generalitat, la tasa tiene los días contados, por lo que no llegará a aplicarse. De derogarla se encargará Nuria Montes, consejera valenciana de Turismo. Antes de asumir la cartera, Montes era secretaria general de HOSBEC, la patronal turística y hotelera de la Comunidad Valenciana y la de mayor tamaño de España, con sede en Benidorm. Desde ese puesto, en todo momento dejó claro que hacer pagar a los turistas la tasa iba a ser contraproducente para el sector. Lo dijo por activa y por pasiva, pero nadie en el tripartito le hizo el mínimo caso.

Esa postura HOSBEC la sigue manteniendo a día de hoy. Es más, su presidente, Fede Fuster, valoró «muy positivamente» la victoria del Partido Popular en las autonómicas: «El problema de la tasa turística lo salvamos si gobierna Carlos Mazón porque derogará esa ley del impuesto turístico que nos tiene muy preocupados», aseguró en su momento. En este sentido, el responsable de la asociación califica el gravamen como un «despropósito» que manda un «mensaje turismofóbico» que «no puede estar menos alineado con los valores» de los valencianos, que son «acogedores, hospitalarios, divertidos, alegres, agradecidos y tolerantes».

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, junto a la consejera de Turismo, Nuria MontesGVA

Otra de las novedades que traerá la nueva política turística valenciana será la apuesta del Ejecutivo de Mazón por «incrementar la demanda del mercado norteamericano». Para conseguirlo, la consejera ya se ha reunido con una delegación de la aerolínea Delta Air Lines para, junto al respaldo de la Cámara de Comercio de Valencia, establecer una conexión directa en avión entre la capital del Turia y Estados Unidos. Cabe recordar que en 2011 esa misma compañía ya habilitó una ruta que unía los aeropuertos de Manises y el John F. Kennedy, pero apenas estuvo un tiempo operativa.

La importancia de enfocarse en el mercado estadounidense no es casual ni baladí. Según datos oficiales, tan solo durante los seis primeros meses de 2023, la ocupación hotelera ha registrado un incremento del 28,76 % interanual en el número de pernoctaciones realizadas por ciudadanos residentes en Estados Unidos. En total, ya han visitado la región 156.500 personas procedentes de EE.UU. en la primera mitad del año.

Estas cifras no hacen sino confirmar la tendencia marcada a lo largo de 2022, con 1,5 millones de pernoctaciones y 122.819 turistas estadounidenses, un 36,2 % más que en 2019, último año que se toma como referencia, ya que tanto 2020 como 2021 estuvieron marcados por las restricciones a la movilidad impuestas frente a la pandemia de covid.

En términos generales, el primer semestre ha dejado un aumento del 22,9 % de noches pasadas en hoteles de la Comunidad por turistas internacionales, siendo los de Reino Unido los más numerosos, aunque también destacan los de los países del norte de Europa, Italia, Alemania, Bélgica y Francia. Para Montes, estos datos «confirman todos los pronósticos», que ya auguraban que 2023 iba a ser un buen año para el turismo regional. Como causas, la «buena marcha» la fundamenta, entre otros aspectos, en el crecimiento de los mercados portugués y británico, así como «en la fidelidad más que demostrada del turismo nacional».