Varias naranjas en un campo alicantino afectadas por las plagas externas.AVA-ASAJA.

Comunidad Valenciana  La campaña de cítricos comienza con incertidumbre por la inflación y la importación desde fuera de la UE

El sector muestra su indignación con Bruselas por no controlar los productos procedentes de terceros países, especialmente Sudáfrica, y advierte de una drástica reducción en la producción de limón

La campaña de cítricos acaba de arrancar en la Comunidad Valenciana y lo hace con incertidumbre entre los agricultores. No son pocos los motivos que les llevan a ser cautos sobre su desarrollo, pero hay tres razones principales que sobresalen: la inflación y el consecuente aumento de costes de producción, los efectos de las últimas granizadas en el campo y las importaciones de productos de fuera de la Unión Europea ante la pasividad del órgano comunitario en aspectos como los controles sanitarios y los pesticidas.

Respecto al primer asunto, la asociación agraria ASAJA en Alicante muestra su honda preocupación por la rentabilidad agraria, algo que definen como «uno de los mayores problemas» de los que padece el campo. Con el objetivo de solucionarlo, sus responsables reclaman «vigilar las prácticas comerciales desleales» que actualmente siguen siendo una constante y que «desgraciadamente se están convirtiendo en habituales», asegura el presidente del colectivo en la provincia, José Vicente Andreu, que a la par reclama un cumplimiento práctico y efectivo de la Ley de Cadena Alimentaria.

En este sentido, y con tal de evitar que las relaciones comerciales «no acaben lastrando la rentabilidad del agricultor», ASAJA considera indispensable especificar la fecha de recolección. Este aspecto, junto a unos albaranes en los que figuren además «el pesaje y cómputo de la fruta antes de que salga de la finca» ayudarían a «garantizar una mayor seguridad».

Indignación con Bruselas

Sin embargo, el asunto que más quebraderos de cabeza está generando a los profesiones de la agricultura es todo lo que rodea a la importación de frutas procedentes de terceros países que no pertenecen a la UE y que carecen de controles y una legislación como la europea en materias como la sanidad alimentaria. De hecho, las autoridades comunitarias detectaron el pasado mes de septiembre cinco cargamentos procedentes de Sudáfrica que estaban contaminados con la plaga de cuarentena Phyllosticta citricarpa, el hongo causante de la mancha negra en las frutas.

Tristemente, no es algo aislado. Los cítricos sudafricanos «ya acumulan un total de 38 detecciones infestadas de esta enfermedad que, en caso de introducirse y propagarse en la citricultura comunitaria, provocaría graves pérdidas al sector», denuncia ASAJA aludiendo a que se se han producido 33 intervenciones por mancha negra en todo el continente. Por ello, Andreu define estos episodios como «una barbaridad» que coloca a la Comisión Europea «en una posición insostenible y vergonzosa». «Mientras continúen mirando hacia otro lado, serán cómplices de un riesgo fitosanitario intolerable que amenaza la citricultura europea por unos particulares intereses comerciales», advierte la organización agraria.

La exigencia del colectivo a Bruselas está encaminada a que se adopten medidas de «mayor firmeza en defensa de los cítricos alicantinos», por lo que piden que los responsables «garanticen la seguridad alimentaria de todos los ciudadanos». Para lograrlo, Andreu cree que la hoja de ruta a seguir es la de «dejar a un lado presiones ecologistas y acuerdos con terceros países a los que se les exime de las obligaciones» que a ellos sí les «imponen, por ejemplo, en cuanto a pesticidas que en Europa están prohibidos hace más de treinta años».

Daños producidos por el granizo en el campo alicantino.AVA-ASAJA.

La misma opinión tiene la presidenta de Intercitrus, la Interprofesional Citrícola Española, Inmaculada Sanfeliu. A su juicio, se deberían aprobar «medidas más contundentes» por parte de Europa para evitar «plagas como la mancha negra y la falsa polilla». Entre esas iniciativas estaría la de que el tratamiento en frío «se extienda también a mandarinas y pomelos», así como que se implemente un sistema que permita «verificar» que dicho tratamiento se aplica correctamente «tal como marcan las normativas internacionales y fue recogido en su momento en el Diario Oficial de la UE», explica.

La oferta de limón, reducida

Como dato relevante, la cadena de supermercados Mercadona ha anunciado que durante la actual campaña de cítricos tiene la previsión de comprar 220.000 toneladas de estos productos cultivados en España, lo que supondría un 10% más en comparación con lo adquirido en 2022. «El compromiso de Mercadona con el sector primario es firme y prioriza garantizar relaciones estables y transparentes con sus veinticuatro proveedores nacionales, quienes a su vez trabajan con más de 2.800 agricultores de toda España», indica la compañía presidida por Juan Roig en un comunicado.

Como tercera gran causa de preocupación en el ámbito citrícola valenciano están las consecuencias de las «condiciones meteorológicas adversas acontecidas» durante el mes de septiembre y que van a suponer «una merma muy significativa en la producción de limón». Es por eso que ASAJA se ha visto obligada a revisar «a la baja» el montante calculado por el Ministerio de Agricultura. El departamento dirigido por el ministro Luis Planas estima que la producción de limón alcanzará 1.167.444 toneladas nacionales. En cambio, la asociación agraria cree que no se llegará a cubrir «ni por asomo» el millón de toneladas, augura Andreu.

Por último, el presidente del colectivo en Alicante lanza una doble advertencia tanto al Ministerio como a comercializadoras, en el sentido de que habrá una oferta más «reducida a la inicialmente esperada» y que ante ese panorama los agricultores «no van a admitir presiones de los compradores con precios a la baja». Al respecto, cabe recordar que los regantes se manifestaron en diversas ocasiones contra la decisión del Gobierno central de recortar el trasvase Tajo-Segura, por lo que ya han demostrado fuerza a la hora de reivindicar aquello que consideran justo.