Daniel Martín

También hacía falta

Los números demuestran que la sociedad anhelaba un periódico como El Debate. Ahora llega el turno de potenciar la información local en la Comunidad Valenciana, una región cuya cultura trasciende nuestras fronteras y simboliza de manera clara la riqueza y diversidad de España

Actualizada 00:05

Cuando se produjo el relanzamiento de El Debate, hace ahora poco más de dos años, uno de los lemas que se utilizaron fue el de que «El Debate hacía falta». Lejos de ser una frase pretenciosa, esta aseveración evidenciaba ser cierta cuando se analizaba la oferta mediática que existía en nuestro país: una amplia gama de medios de izquierdas junto a una menor oferta de medios conservadores que cada vez más se plegaban hacia los postulados autodenominados como «progresistas».

Ante esta tesitura, la Asociación Católica de Propagandistas decidió resucitar la antigua cabecera fundada en 1910 bajo el precepto de ofrecer «una información rigurosa y con principios», que defendiese «con rotundidad y orgullo los valores del humanismo cristiano, la familia, la nación, el derecho a la vida y las libertades personales», como se exponía en el primer editorial tras el nacimiento del nuevo El Debate.

Esta receta, que para muchos podría resultar indigesta, ha demostrado que era la anhelada por una parte sustancial de la sociedad española. Los números hablan por sí solos: 800.000 personas de media nos siguen a diario y apenas acabamos de empezar. Este periódico no deja de congregar jornada tras jornada a un mayor número de lectores, que nos han situado como uno de los principales diarios españoles en tiempo récord. No hay ningún secreto. Todo ello se ha construido con el esfuerzo de una redacción muy joven pero con holgada experiencia y profesionalidad, junto al trabajo de unos colaboradores que nuestros lectores leen con profusión.

Sin embargo, es fácil caer en la autocomplacencia y siempre existe el riesgo de morir de éxito, por lo que durante los últimos tiempos se han buscado maneras de seguir escalando posiciones y poder mirar de tú a tú a proyectos periodísticos con décadas de trayectoria, como la reciente apertura de la delegación en Bruselas. Ahora llega el turno de potenciar también la información local. En un mundo cada vez más globalizado, al público no ha dejado de interesarle lo que sucede en su comunidad autónoma, su provincia, su municipio, su barrio e incluso su propia calle. Con el propósito de cubrir esa demanda de la audiencia, nace la delegación de El Debate en la Comunidad Valenciana.

La región es la cuarta más poblada de España y también la cuarta en cuanto a Producto Interior Bruto se refiere. Pero más allá de las cifras, es una de las comunidades clave que articulan la sociedad española. Sus fiestas o su gastronomía trascienden nuestras fronteras y su cultura simboliza de manera clara la riqueza y diversidad de España, pese a que desde algunos lugares quieran apropiarse de sus símbolos o de su lengua. Asimismo, una parte significativa de nuestra comunidad de lectores consume nuestros contenidos desde esta tierra, interesándose por los temas de cercanía que se han venido elaborando hasta la fecha.

Sobre estos mimbres, y tras acometer un refuerzo del equipo, se sostendrá la nueva relación entre El Debate y la Comunidad Valenciana, que esperamos que sea sólida, fructífera, duradera y tan solo la primera de muchas expansiones territoriales. Sin desmerecer el trabajo de nuestros competidores ni la labor realizada hasta la fecha por este periódico desde Valencia, Alicante y Castellón, no tenemos dudas de que El Debate aquí también hacía falta. De ahí la razón de ser de este proyecto. El tiempo nos dará o nos quitará la razón. Pasen y lean.

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