El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, en la World Travel Market de LondresGVA

Mazón destierra la turismofobia del tripartito y eliminará los impuestos al sector

El presidente regional anuncia que «en muy breve plazo de tiempo» culminarán los trámites para que la tasa turística «jamás» entre en vigor

La aprobación de la tasa turística fue uno de los asuntos que más tensión interna provocó en el tripartito de la Generalitat Valenciana que estuvo en el poder hasta mediados del pasado mes de julio. Por una parte, Compromís y Unidas Podemos fueron firmes defensores de aplicar un recargo en hoteles, apartamentos y cruceros por persona y día a todos los turistas que optaran por visitar la región. Así, siguieron el ejemplo de compañeros de ideología como la entonces alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

La iniciativa, en cambio, no era compartida por los consejeros y dirigentes del PSPV-PSOE al completo. De hecho, el ya expresidente valenciano Ximo Puig reconoció que no era «el momento» para sacarla adelante e, incluso, el que era secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, llegó a asegurar que dimitiría si se le daba luz verde. Al final, todo quedó en agua de borrajas porque el barón socialista cedió a la presión de sus socios y Colomer aguantó en el puesto.

Aunque las Cortes validaron la tasa, su entrada en vigor estaba fijada para el próximo mes de diciembre, pero no será así. El jefe del Ejecutivo regional, Carlos Mazón, ha anunciado que los trámites administrativos para derogar este impuesto están «muy, muy avanzados», tanto que «muy pronto» podrá dar a conocer la fecha exacta para que la tasa «jamás» se tenga que aplicar: «Se acaba cualquier miedo y cualquier opción de tasa turística ideológica que nos separa del mercado», señala el mandatario, a la par que subraya su intención de convertir a la Comunidad en una región tax free, es decir, «sin impuestos al turismo».

«Alfombra roja y banda de música»

Por tanto, el proceso para terminar con ese «miedo y peligro» sigue su curso y con ello también lo hará la turismofobia que Puig instauró como una de las marcas de su Gabinete. Dicho con otras palabras, calcó la política llevada a cabo por sus colegas catalán y balear, Pere Aragonès y Francina Armengol, respectivamente, fortaleciendo así un vínculo que hundía sus raíces en posiciones nacionalistas con derivadas independentistas para instaurar los «Países Catalanes». Por el contrario, para Mazón, los turistas son «fuente de riqueza, de consumo y de encuentro».

Como consecuencia, la Generalitat ha diseñado una política turística basada en no decirles a los visitantes «que molestan y tienen que pagar por ello». «Yo les digo que nos gustan, que nos dan riqueza y que son bienvenidos», indica un Mazón que asegura que desde el Consell se pondrá «alfombra roja y banda de música a cualquier turista que venga a compartir su felicidad con nosotros», insiste, haciendo hincapié en que la tasa se acabará «en muy breve plazo de tiempo».

Turistas y locales disfrutan del buen tiempo en una terraza en ValenciaC. L.

Estas afirmaciones las hace Mazón en un lugar completamente simbólico y relevante. Se trata de la World Travel Market que estos días se celebra en Londres y en la que la Comunidad tiene un stand propio en el que participan las siete marcas turísticas regionales y un total de 34 asociaciones, ayuntamientos, empresas y entidades del sector. Este evento está considerado uno de los más importantes, junto a las ferias de Berlín y Fitur, en Madrid, y que habitualmente tiene lugar a finales del mes de enero.

Compromiso electoral

Desde la capital inglesa, Mazón ha reconocido que tras los ocho años de la izquierda en el Ejecutivo autonómico le da «vergüenza» que durante todo ese tiempo se haya lanzado un mensaje de rechazo a la llegada de turistas. En contraposición, el mandatario 'popular' apuesta por seguir avanzando en la desestacionalización, poniendo de relieve que la evolución al respecto es positiva en los últimos años, con unos números en otoño e invierno que están «muy cerca» a los que se registran en primavera.

Lograr una relativa continuidad en el flujo turístico es uno de los objetivos que se ha puesto Mazón, aunque para ello no basta con las políticas que su Ejecutivo pueda llevar a la práctica. Es por eso que aprovecha para lanzar un dardo al Gobierno central y a la ministra de Asuntos Sociales en funciones, Ione Belarra: «Si el Imserso ayudara un poco, ya sería extraordinario, pero no se puede pedir todo al principio», dice de modo un tanto irónico.

La eliminación definitiva de la tasa es uno de los compromisos que Mazón incluyó en su programa electoral con el que se presentó a las elecciones del 28 de mayo. Estaba enmarcado dentro de una rebaja de impuestos generalizada que ya ha dado sus primeros pasos con tal de acabar con el «infierno fiscal» de Puig y sus socios nacionalistas y comunistas. Posteriormente, ratificó la supresión en su toma de posesión.

De hecho, tras convertirse en presidente formó gobierno y para la cartera de Turismo nombró a Nuria Montes. Hasta entonces, era la secretaria general de HOSBEC, la patronal turística y hotelera de la Comunidad Valenciana, con sede en Benidorm, ciudad referente en la materia no solo a nivel regional, sino también nacional e internacional. Desde ese cargo, la nueva consejera se opuso a que el tripartito aprobase la tasa y ya en la Consejería se puso manos a la obra para revertirlo, una tarea que en cuestión de días podrá dar por culminada.