Joan Baldoví y Aitana Mas, en las Cortes ValencianasEuropa Press

La transición tranquila de Compromís en Valencia contrasta con el enfrentamiento por el liderazgo autonómico

Ribó dejará de ser portavoz en el Ayuntamiento levantino y ya tiene sucesora, pero la pugna entre Joan Baldoví y Aitana Mas sigue abierta a la espera de definir quién dirigirá la coalición nacionalista

Los movimientos internos para recomponer Compromís tras el batacazo electoral que supusieron las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo se siguen produciendo. El último lo ha protagonizado el exalcalde de Valencia Joan Ribó, que a principios de esta semana anunció que tras el Pleno de Presupuestos del próximo día 14 abandonará la portavocía de la coalición en el Ayuntamiento y cederá el testigo.

En la toma de esta decisión han influido dos grandes factores. Uno de ellos es que en los comicios su candidatura pasó de ser la primera fuerza política a segunda y también perdió la Alcaldía en favor de la 'popular' María José Catalá. La otra causa principal es su edad. El propio exregidor lo reconoce: «No me corresponde ser la figura representativa de Compromís, no tengo edad». Sin embargo, son llamativas esas afirmaciones porque Ribó, que tiene 76 años, sí optó a un tercer mandato al frente de la alcaldía levantina meses después de haber sufrido algún problema de salud que le llevó a replantearse ir a la reelección a pesar de que la labor de alcalde es para cuatro años e infinitamente más intensa que la de un concejal raso como es en estos momentos.

Aun así, el dirigente de Compromís asegura que en la formación «hay banquillo» y por eso su sucesora será Papi Robles, con quien hizo 'ticket electoral' el 28-M y que ya ha desempeñado las funciones de portavoz parlamentaria en las Cortes Valencianas durante los últimos años. Agradecida por el nombramiento, que se hará efectivo tras la aprobación de las cuentas públicas para 2024, la futura síndica se muestra dispuesta a ser la futura candidata nacionalista a la Alcaldía de Valencia en 2027, aunque pide cautela: «La vida es muy larga, ya veremos», indica.

Compromís, con líder interino

Por tanto, y a la espera de las formalizaciones en tiempo y forma según los estatutos de Compromís, la coalición parece que encauza la sucesión de una de sus cabezas más visibles como es Ribó de manera tranquila, sosegada y evitando cualquier disputa interna. En cambio, ese clima de calma está muy lejos de darse a la hora de elegir quién es el líder de la organización, un proceso donde las luchas orgánicas son diarias y constantes. El partido lo forman tres familias': Més, Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds, de mayor a menor relevancia, y es en el frágil equilibrio entre esas patas donde radica el gran problema.

A iniciativa pertenece Mónica Oltra. Tras resultar investigada por, supuestamente, tener conocimiento de que su marido abusó sexualmente de una niña de 14 años tutelada por ella y ocultarlo a la Justicia, dio un paso atrás, lo que en la práctica supuso descabezar Compromís y dejarle huérfano de liderazgo. A partir de ese instante, las pugnas se desataron y la formación vive sus peores momentos. En la meta estaba la candidatura a la Presidencia de la Generalitat para, posteriormente, convertirse en máximo dirigente. Es ahí cuando tres nombres abren la caja de los truenos.

La futura portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Papi RoblesCortes Valencianas

Nada más volver de las vacaciones de verano de 2022, el que era diputado nacional nacionalista, Joan Baldoví, que pertenece a Més, anuncia por sorpresa, en un programa de televisión y sin que muchos de sus compañeros tuvieran conocimiento de ello, su intención de presentarse a las primarias para ser candidato al Ejecutivo autonómico. Esta maniobra por parte de quien se conoce a la perfección los entresijos políticos a quien primero cogió con el pie cambiado fue a Aitana Mas, otrora vicepresidenta del Consell y sucesora de Oltra, ambas de Iniciativa. Durante meses, ambas 'patas' se entrecruzan mensajes de reproche, no solo de puertas hacia dentro, sino también públicamente.

Las luchan internas no han acabado

Finalmente, Baldoví supo jugar mejor sus cartas y se hizo con la candidatura. Uno de esos naipes fue el de aprovechar que Mas, a su vez, tenía otra lucha por el poder interno en Alicante, su provincia. Su oponente era Mireia Mollà, consejera de Agricultura hasta que su compañera de filas la cesó fulminantemente. La versión oficial apuntaba a dar un impulso de «cohesión» al Gobierno regional, pero la realidad era que Mollà y su familia tenían gran influencia dentro de Compromís en Alicante y Mas quería arrebatárselo y afianzarse ella como figura en la zona, clave para unas aspiraciones a la Generalitat que terminaron frustradas.

Aunque Baldoví consiguió su objetivo, es el líder de Compromís de facto, pero mediante unas primarias en un proceso en el que solo se preguntó a las bases por el 28-M. Por tanto, en el corto plazo la organización deberá abordar un cónclave con tal de establecer una hoja de ruta para los próximos años bajo un liderazgo que no sea interino. Al respecto, cabe destacar que, por si lo anterior no fuera suficiente, Iniciativa está sufriendo una cascada de dimisiones y salidas hacia Més como causa de que los de Oltra bloquean que Compromís deje de ser una coalición y se configure como partido político como tal, por lo que las disputas y recriminaciones previsiblemente se intensificarán todavía más.