La diputada de Sumar, perteneciente a Compromís, Águeda Micó, en el Congreso tras el discurso de investidura de SánchezEuropa Press / Eduardo Parra

Compromís apoya a Sánchez pese a obviar las reivindicaciones de la Comunidad Valenciana

La coalición da sus dos síes para la reelección del líder socialista aunque éste no hizo mención alguna a los principales problemas de la región, como la financiación, el agua o las obras del Corredor Mediterráneo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dejó este jueves de estar en funciones, por lo que España ya no está en interinidad institucional. Lo logró en la primera votación, con 179 votos a favor y, por tanto, mayoría absoluta. Entre esos síes estuvieron los de Compromís, que en esta legislatura ya no forma parte del Grupo Mixto en virtud a estar integrado en el llamado Grupo Plurinacional Sumar.

En ningún caso se contemplaba la opción de que los nacionalistas valencianos se descolgaran de la férrea disciplina de partido impuesta por Yolanda Díaz, especialmente como aviso a Unidas Podemos y a sus continuos amagos de rebelión interna, pero sí resulta llamativo que una formación que presume de ser especialmente combativa con las reivindicaciones de la región haya cedido los votos afirmativos de sus dos diputados a cambio de nada en concreto para la comunidad.

Durante sus sucesivas intervenciones a lo largo del día y medio de debate, Sánchez únicamente hizo mención expresa a Valencia para criticar que el Partido Popular y Vox hayan «duplicado el precio de los billetes y abonos de autobús» y hayan dejado a miles de niños «sin comedores infantiles», unas afirmaciones que encendieron los ánimos de ambas bancadas porque no eran ciertas. Nada más dijo de manera directa que afectara a las tres provincias, un hecho que contrasta con todas las cesiones a las que no solo se ha comprometido con los independentistas catalanes, sino también con los vascos, los gallegos e, incluso, con Coalición Canaria.

Sin avances en financiación

La ausencia de mención a los problemas regionales la lamentó la propia parlamentaria de Compromís y portavoz adjunta de Sumar en el Congreso de los Diputados, Águeda Micó: «Hemos echado en falta la mención concreta a la infrafinanciación que padecemos nosotras. No se ha hablado del sistema de financiación y no se ha hablado de esta cuestión territorial que para nosotras es clave», comentó la nacionalista desde la Carrera de San Jerónimo.

Durante la etapa de Sánchez en el Palacio de la Moncloa, desde junio de 2018, Compromís ha repetido el mismo relato. Éste consiste en intentar vender a la opinión pública que el líder del PSOE va a tener que sudar políticamente hablando para conseguir sus apoyos, llegando a amenazar con no votarle. Sobre la mesa la coalición siempre pone la financiación y promete que le arañará al candidato la certeza de que en el corto plazo se abordará la reforma del modelo de reparto de fondos públicos entre las regiones. Del mismo modo, la realidad corrobora que los valencianos siempre terminan votándole y el ya presidente no saca de sus cajones el asunto de la financiación.

Los diputados de Sumar, con la excepción de los de Podemos, aplauden la reelección de Pedro SánchezÁgueda Micó / Twitter

El mismo guion se ha repetido este jueves. Compromís dio sus votos y las reivindicaciones autonómicas siguen en el mismo punto que lo estaban antes de las elecciones generales del 23 de julio, es decir, estancadas y sin visos de mejora. Así, siguiendo con la financiación, lo único cierto hasta la fecha es que habrá una quita de la deuda para Cataluña (15.000 millones de euros) y para Galicia (del 20 %). En cambio, para la Comunidad Valenciana no hay noticias, a pesar de ser el segundo territorio con más deuda de España y la más infrafinanciada. Por tanto, Compromís ha sido del todo incapaz de que Sánchez firmara un acuerdo similar para la región que el rubricado con sus aliados de Junts, Esquerra y el BNG.

De las manifestaciones al silencio

Con el tema del agua, la manera de actuar tampoco ha variado. A principios de año, el Gobierno aprobó un recorte que prácticamente es definitivo para el trasvase Tajo-Segura, que abastece a las provincias de Alicante, Murcia y Almería. Lo hizo, en opinión de los regantes del Levante, atendiendo a criterios «políticos e ideológicos» y obviando cualquier razón técnica o medioambiental. Aunque en un principio se puso de perfil, Compromís terminó apoyando la causa de los agricultores y se sumó a sus manifestaciones, aunque las malas lenguas dicen que fue al ver la catástrofe electoral que se le avecinaba y terminó por llegar. De hecho, estando en la Generalitat denunciaron al Ejecutivo central ante el Tribunal Supremo.

Esa reivindicación no llegó ayer al Hemiciclo. Aunque se mencionó por activa y por pasiva el cambio climático, la emergencia climática y otras fórmulas utilizadas a tal efecto, los campesinos de Alicante pudieron comprobar de primera mano cómo Sánchez no anunció ninguna medida para paliar la situación límite que vive la provincia a raíz de la sequía y otras causas. También hicieron lo propio con la dejadez mostrada por los dos diputados de Compromís, cuya vehemencia a la hora de defender las causas valencianas volvió a quedarse en mítines y demás actos de partido.

En una materia en que los nacionalistas sí fueron coherentes fue en la del Puerto de Valencia. Absolutamente contrarios a su ampliación, alegan razones medioambientales para no comenzar las obras. No obstante, no quisieron que el candidato socialista se comprometiera con el medioambiente y anunciase que las actuaciones en el recinto de Barcelona, que son similares a las de la capital levantina, no se iniciarán. Si no lo hicieron no fue porque la reelección caería de manera inmediata, sino porque en el caso catalán sí están de acuerdo en que se amplíe.

Por último, otra infraestructura vital para la Comunidad Valenciana que pasó con más pena que gloria por el trámite de la investidura fue el Corredor Mediterráneo. Su importancia es tal que este mismo jueves 1.800 empresarios y representantes de la sociedad civil se congregaron en Madrid bajo el lema «Nos jugamos el futuro». Aún así, el nuevo Gobierno echará a andar la próxima semana y lo hará por la misma vía, basada en seguir con el acelerón a las obras en Cataluña, mientras la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Andalucía seguirán al ralentí. Ese es el bagaje que lleva Compromís a su tierra: sí a Sánchez, futuro sí a la amnistía y ningún avance en las históricas reivindicaciones.