Ximo Puig, tras entregar su acta en las Cortes, el pasado 18 de diciembreRober Solsona / Europa Press

El PSOE valenciano retrasa por segunda vez la sucesión de Puig por «motivos de agenda»

La tensión entre Puig y Sánchez obliga a posponer una vez más el cónclave a pesar de Sánchez pugna por controlar una de las federaciones más importantes de su partido

La estabilidad interna que buscaba el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig ante los miembros de la Comisión Ejecutiva Nacional que la formación tenía prevista para el próximo lunes día 15 se aplaza «por cuestiones de agenda» una semana, hasta el día 22 de enero. Este hecho no es baladí ni casual, puesto que se trata del segundo aplazamiento consecutivo de la misma reunión de la dirección socialista que debe poner fecha y trazar la hoja de ruta para la celebración del congreso extraordinario de los socialistas valencianos.

El cambio de la reunión de la Ejecutiva da más margen de tiempo para que pueda pactarse una única candidatura a la Secretaría General. De hecho, el anuncio comunicado a media tarde de este viernes, ha sorprendido a alguno de los candidatos a la Secretaría General, que tenían previsto formalizar de manera inminente su disposición a optar al liderazgo del partido.

Modelo 'sanchista'

De hecho, el jefe de los socialistas de la provincia de Alicante y diputado nacional del PSOE, Alejandro Soler, había solicitado disponer este sábado de la sede de los socialistas valencianos para comparecer ante los medios de comunicación y anunciar formalmente su disposición a optar al cargo.

Diana Morant, a la entrada de una reunión del PSPV-PSOEEuropa Press / Jorge Gil

Diana Morant, Carlos Fernández Bielsa, Alejandro Soler, José Luis Ábalos... más nombres que siglas para un partido que todavía ni siquiera a nivel parlamentario ha podido adoptar su nuevo rol. Todo apunta que será 'a lo 'sanchista', versión 'a la búlgara' y «donde las haya», relata una fuente socialista local de Valencia, pero está por ver si verdaderamente Sánchez permite primarias, esas que le permitieron volver a donde está hoy.

De cara a la hipotética carrera sucesoria, resulta llamativo el perfil adoptado por la ministra. Por una parte, la pasada semana no dudó en seguir a pies juntillas el argumentario de su jefe de filas. Sin embargo, como toda prueba 'sanchista', fue una yincana: ante la exigencia de Junts per Catalunya de sancionar a las empresas que no quieran volver a Catalunya, la titular de Ciencia y Universidades se mantuvo callada.

No se le conoce opinión institucional ni personal al respecto ni se sabe bien si su silencio es causa de la viabilidad de la coalición monclovita o por sus hipotéticas aspiraciones a la presidencia de la Generalitat y desbancar a Carlos Mazón.