Mazón presionará en Madrid y en Bruselas para devolverle al campo valenciano su «esplendor»

Competencia de productos extranjeros, baja rentabilidad, plagas... La situación del campo valenciano no pasa por sus mejores momentos y cada vez menos gente quiere dedicarse a la agricultura, donde la región representa la comunidad autónoma con mayor superficie cultivable abandonada, como denunciaba recientemente el sindicato agrario ASAJA.

Ante esta tesitura, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se ha comprometido ante los trabajadores del sector a asumir sus reivindicaciones redoblando la presión no solo ante el Gobierno de Pedro Sánchez, sino también ante las instituciones comunitarias. Así se lo ha trasladado este viernes a la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante y a su presidente, José Vicente Andreu, tras una reunión celebrada en la capital alicantina.

Durante el encuentro, al que también ha asistido el conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Luis Aguirre, ASAJA ha traslado las principales amenazas del sector como la «competencia desleal» por la apertura de mercados con terceros países, la «deslealtad interna» de los socios de la Unión Europea, la sequía y las plagas, entre otras. Igualmente, ha incidido en la necesidad de acometer obras hidráulicas urgentes dependientes del Gobierno y de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y, asimismo, ha solicitado la colaboración del Consell para hacer llegar sus propuestas a la Unión Europea.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo valenciano ha ratificado la voluntad del Consell de trabajar «con firmeza y sin detenimiento» para recuperar «el protagonismo y esplendor» que merece la agricultura de la Comunitat Valenciana” y «luchar por una igualdad de trato en el mercado nacional e internacional».

Igualmente, ha puesto en valor la unión de la Generalitat Valenciana con el sector agrícola valenciano para defender los intereses de nuestros agricultores «allá donde haga falta» y lograr la mayor capacidad de presión en la Unión Europea «porque el campo valenciano no debe ser moneda de cambio de nada ni de nadie».

Asimismo, Mazón ha exigido al Gobierno de España un refuerzo de las inspecciones a las importaciones citrícolas con el fin de disminuir los casos de alertas relacionadas con residuos de plaguicidas prohibidos o de plagas invasoras en los productos agroalimentarios importados.

En esta línea, ha recordado que el Consell ha reforzado el plan de control oficial de la cadena agroalimentaria de la Comunidad Valenciana, aumentando los controles del cumplimiento del correcto etiquetado del origen e incrementado las inspecciones en un 375 %.

Inversiones en infraestructuras hídricas

En la reunión, el presidente autonómico ha subrayado algunas de las políticas agrarias puestas en marcha por el Consell para aumentar la productividad, competitividad y rentabilidad del campo valenciano.

Junto con la reforma fiscal «para evitar el abandono de tierras y conseguir el relevo generacional» y la puesta en marcha del Plan Simplifica para reducir los trámites burocráticos y facilitar las ayudas para los agricultores, Mazón también ha destacado el aumento de las ayudas directas para los agricultores y la lucha contra las plagas y el agua como «una prioridad para este Consell».

Igualmente, ha señalado el incremento de un 35 % del presupuesto destinado a Sanidad Animal y Vegetal para combatir las plagas, e inversiones en infraestructuras hídricas como los 12,2 millones de euros destinados a mejorar la red de regadío de la Vega Baja o los 2,5 millones de euros de ayudas de adaptación al riesgo de inundación en esta comarca para regantes y ganaderos.

Mazón ha ratificado «la férrea defensa de este Consell por el agua que necesitan nuestros agricultores». El presidente ha asegurado que en España «hay agua suficiente para todos» y ha criticado «la falta de capacidad política para distribuirla como toca». En este sentido, ha censurado los más de 30 recortes ideológicos al trasvase Tajo- Segura.

Finalmente, ha recordado la puesta en marcha de la Mesa del Agua de la Comunidad Valenciana que velará desde la unidad, el rigor y el diálogo por el agua que necesita nuestra tierra y dará respuesta a los retos en ese sentido. También ha lamentado la falta de respuesta por parte del Gobierno central para unirse a esta iniciativa «crucial para el futuro económico de nuestra región».