Imagen de archivo de ataudesEFE

Cuatro detenidos en Valencia por robar cadáveres de hospitales para venderlos a universidades

Cadáveres a 1.200 euros. La operación policial destapa una trama clandestina de venta de cadáveres a universidades de medicina para que los estudiantes pudieran hacer sus prácticas

Es hasta ridículo pensar en lo fácil que es robar un cadáver: una organización criminal vinculada a un funeraria falsificaba documentación para poder retirar los cuerpos de hospitales y residencias: ¿con qué interés? Venderlos a universidades de medicina para que los estudiantes pudieran realizar sus prácticas. Cuatro personas, de entre 40 y 70 años, han sido detenidas por estos hechos. Uno de ellos tiene antecedentes penales por estafa.

Dos trabajadores del negocio, situado en Valencia, iban al hospital, entregaban la documentación tuneada y se llevaban el cuerpo. En principio para llevarlo a un cementerio a darle sepultura. Hay un caso concreto de un señor que había fallecido y cuyo ayuntamiento estaba esperando su cadáver para un entierro de beneficencia.

El cuerpo nunca llegó. Los dos trabajadores de la funeraria se lo entregaron a una universidad a cambio de 1.200 euros. Ningún familiar ni amigo había dado su consentimiento. A raíz de este episodio, investigadores de Policía Nacional comenzaron a tirar del hilo y no pudieron creer lo que se encontraron.

Por ejemplo, el caso de otro hombre que estaba ingresado en un geriátrico. Según los papeles falsificados, el fallecido, tres días antes de morir, firmó su consentimiento para entregar su cuerpo a la ciencia. El problema es que la víctima era una persona con un deterioro cognitivo severo. Eso imposibilitaba que pudiese entender lo que era una donación.

El caso tiene además otro matiz importante: supuestamente, había firmado la entrega de su cuerpo a una universidad, pero se llevó a otra porque pagaban más. Sólo tuvieron que falsificar algún papel más.

La organización criminal trataba de localizar fallecidos sin familiares: la preferencia eran extranjeros o personas indigentes que no llamasen la atención.