Ximo Puig, abandonando las Cortes Valencianas tras firmar la renuncia a su acta de diputado autonómicoEuropa Press / Rober Solsona

El Gobierno confirma a Ximo Puig como nuevo embajador de España ante la OCDE

El expresidente de la Generalitat Valenciana se mudará a París y abandona de manera definitiva la primera línea política tras perder el poder y no ser nombrado ministro

Tal como se esperaba, el Consejo de Ministros ha aprobado este martes durante su reunión semanal el nombramiento del expresidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig como el nuevo embajador de España ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Esta designación no ha supuesto sorpresa alguna, puesto que el rumor al respecto llevaba meses en la palestra política y mediática.

Además, el propio Puig renunció este lunes a su acta de senador, un gesto que en la práctica supuso la confirmación de cuál sería su próximo destino. De este modo, el exmandatario autonómico deberá mudarse a París, donde, tal como han hecho sus antecesores en el cargo, disfrutará de un salario que ronda los 137.000 euros anuales, de un palacete en una céntrica avenida de la capital francesa, así como de gastos pagados, coche oficial y un equipo de funcionarios y diplomáticos.

Sin Ministerio de Política Territorial

Esta designación pone punto final a la carrera política en primera línea de Puig, una trayectoria que el pasado 28 de mayo vio acelerada su descomposición después de que el Partido Popular y Vox consiguieran mayoría absoluta en las elecciones autonómicas y Carlos Mazón se alzara con la presidencia de la Generalitat. Cabe recordar que con el cierre de las urnas aún caliente, el socialista dejó entrever su pronta retirada, pero la inesperada convocatoria de las generales por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desbarató esos planes.

Aún así, el 23-J le sirvió para seguir como referente del PSPV-PSOE y, a la par, ser nombrado senador por designación autonómica por parte de las Cortes Valencianas, un cargo en el que se mantuvo hasta este mismo lunes. En cuanto a lo orgánico, desde los comicios regionales el debate era quién sería su sucesor, por lo que se encontraba en una posición más que debilitada, más aún cuando la relación con su jefe de filas y Santos Cerdán era nula. Esas desavenencias fueron el principal obstáculo para haber sido nombrado ministro de Política Territorial a diferencia de lo que le sucedió al exdirigente canario Ángel Víctor Torres.

La entrada de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, como nueva secretaria general de la federación se podría definir como una victoria a medias para Puig, ya que, gracias a Ferraz y a evitar a toda costa la celebración de unas primarias, ni Carlos Fernández Bielsa ni Alejandro Soler, secretarios provinciales de Valencia y Alicante, respectivamente, se han hecho con el puesto. No obstante, ha sucumbido al dedazo del presidente del Gobierno y no ha podido imponer una línea continuista del denominado ximismo.