La Policía Científica baja a 9 la cifra de fallecidos hallados en el edificio de Valencia

Las llamas han devorado un edificio de 14 plantas al completo este jueves en el barrio de Campanar, en Valencia, y han afectado a otro colindante, en el que es el peor incendio de la historia de la ciudad por su virulencia y por el lugar donde se ha producido: un edificio residencial de relativamente reciente construcción (2008) donde vivían cientos de personas. Varias de ellas han perdido la vida y otras han resultado heridas de diversa consideración.

El último balance oficial arroja un saldo de 9 víctimas mortales tras la última actualización de la Policía Científica. En un primer momento, los bomberos de momento solo podían actuar desde el exterior del edificio, aunque los efectivos antiincendios ya se encuentran en el interior tratando de localizar los cuerpos.

«Podemos confirmar la peor hipótesis», señalaba anoche ante los medios desde el lugar del suceso el subdirector de Emergencias autonómico, Jorge Suárez, quien ha precisado que solo podía corroborar «lo que tenemos por confirmación visual», en referencia a los cadáveres que son visibles desde el aire.

Un total de 14 personas han precisado asistencia sanitaria. Nueve de ellas son hombres, de 25 y 57 años, y cuatro, mujeres, de entre 27 y 81. Además ha tenido que ser atendido un niño de siete años. Todos ellos han sido trasladados a diferentes hospitales de Valencia. Del total de heridos, seis son bomberos.

Junto a Suárez se ha estado el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, quien ha avanzado que este viernes se decretarán varios días de luto oficial por las víctimas mortales del trágico incendio y ha indicado que «los bomberos están haciendo todo lo que pueden».

Entrada la madrugada, un enorme despliegue de bomberos todavía luchaba contra el fuego, que se ha propagado a una velocidad inusitada en el inmueble sito en el cruce de la calle Rafael Alberti y la Avenida del Maestro Rodrigo, poniendo en peligro la integridad de los inmuebles de alrededor, que han tenido que ser desalojados.

El incendio se ha originado en el edificio pasadas las cinco de la tarde en un bloque de pisos que en cuestión de minutos se ha convertido en una bola de fuego. Inmediatamente se han desplegado en el lugar 18 unidades de bomberos, cinco ambulancias del SAMU, dos unidades de soporte vital básico (SVB), dos ambulancias convencionales, dos equipos médicos de Atención Primaria, una unidad de soporte y coordinación y un vehículo de atención a múltiples víctimas. Asimismo se ha levantado un hospital de campaña y la Policía Nacional y la Policía Local han acordonado la zona.

El Centro de Coordinación de Emergencias ha activado el Plan Territorial de Emergencias de la Comunidad Valenciana (PTECV) Situación 0 y se han sumado a las labores de extinción y rescate los bomberos de Burjassot, Moncada y Torrent, así como los del Consorcio Provincial, con cuatro dotaciones.

La UME, movilizada

Por su parte, la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha movilizado al Tercer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM III), que se encuentra ubicado en la Base Militar Jaime I, en Bétera. La unidad ha informado de que se ha desplegado a todo su personal, tanto el que estaba de servicio como al que no, así como todo el material antiincendios, motobombas y un dispositivo sanitario. Asimismo se ha trasladado a personal militar desde Madrid.

En paralelo a las labores de rescate, se han buscado soluciones para alojar a las decenas de familias que se habían quedado en la calle. Solo en el bloque donde se originó el fuego había 138 viviendas. Todas las personas afectadas han sido ubicadas en hoteles de la ciudad y en casas de amigos y familiares, según ha informado el Ayuntamiento.

Por ahora se desconoce el origen del fuego, si bien hay dos elementos encima de la mesa que parecen estar detrás de su rapidísima propagación. De un lado, las fuertes rachas de viento que han azotado este jueves a la ciudad del Turia, de hasta 60 kilómetros por hora. Del otro, según ha señalado una perito que inspeccionó el edificio hace unos años a la televisión autonómica valenciana, À Punt, el material que recubría la facha, el poliuretano, un polímero altamente inflamable, habría facilitado la extensión del fuego con este fatal desenlace.