Una de las víctimas del incendio: «Me llamó mi novia, tardé diez minutos en llegar y ya era todo una chimenea»

Manuel Fandos y su pareja llevaban cuatro años de alquiler y el jueves vieron cómo esos últimos años de su vida desaparecían en cuestión de una hora por el incendio del bloque con 138 viviendas en el barrio de Campanar, en Valencia.

La situación era trágica. Las llamas devoraban todo a su paso y unas 200 familias perdían sus casas y algunas también a algún familiar. Hasta ahora se han contabilizado casi una quincena de personas desparecidas y un total de nueve victimas mortales.

El hotel SH Valencia Palace ha habilitado 47 habitaciones para un total de 105 personas, entre las cuales se encuentras 14 niños y niñas. Residirán allí hasta el día 29 y luego aquellos que no tengan dónde seguir con sus vidas serán reubicados por el Ayuntamiento a unas viviendas sociales donde poder seguir con su nueva normalidad de la forma más fácil posible.

El Debate ha conseguido hablar con uno de los afectados que se hospedan allí. Manuel relata que tanto él como su pareja llevaban alquilados en uno de los pisos desde hace cuatro años. En el momento en el que el fuego empezó solo se encontraba su novia en casa, él estaba trabajando, y fue ahí cuando ésta decidió llamarle, ya que estaba viendo cómo «una nube de humo negro» sobrevolaba el edificio.

Su novia le contó que ella estaba dentro de su casa y empezó a oler un poco de humo y cerró el balcón para que no entrase dentro de la vivienda. Cuando fue a bajar por las escaleras del edificio se encontró a un bombero que le aconsejo «por protocolo» volver a su apartamento, a lo cual ella no hizo caso y siguió bajando por las escaleras. Una vez abajo se encontraron los dos y vieron cómo su casa se había convertido en un infierno. «Me llamó mi novia, tardé diez minutos en llegar y ya era todo una chimenea», recuerda.

Manuel sabe que hay gente que ha perdido mucho más y que se encuentra en peor situación que él, pero «cada uno ha perdido una parte de su vida» y agradece todo el cariño y apoyo que están recibiendo de la ciudad, e incluso del país entero.

José Luis, con el pijama con el que huyó

Gente como por ejemplo José Luis Mas Grau, vecino y propietario de una de las viviendas, que aún va con el pijama con el que ayer salió de casa. Explica cómo empezó a oler el humo y él, que al ser un médico de SAMU jubilado, ha estado en muchos escenarios como este, enseguida detectó lo que estaba ocurriendo y junto a su mujer salieron a tocar puerta por puerta a los vecinos para alertarles de la situación y cómo recomendó a otros que no bajaran por el ascensor.

El número de víctimas aumentará, seguroJosé Luis MasPropietario de una vivienda del edificio incendiado

También nos afirmaba que «ojalá que no, pero el número de víctimas aumentará seguro» ya que «a 1.200 grados no consigues ver nada», por lo que «cuando se abran las viviendas va a tener que ser la Policía Judicial la que busque restos o por descarte, como ya lo están haciendo, llamando a los afectados, para ver quién está y quién no», añade en un momento en el que todavía se contabilizaban cinco víctimas mortales.

Tanto las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como los Bomberos y los efectivos sanitarios se han unido con la sociedad valenciana para poder ayudar en todo lo posible. Muchos valencianos llevan todo el día acercándose a los tres hoteles en los que las 200 familias están repartidas, para proporcionarles cualquier tipo de ayuda, ya sean bienes o servicios.

El Consistorio valenciano se ha hecho en parte cargo, suministrando servicios psicológicos y trabajadores sociales en cada uno de los hoteles para aquellas victimas que lo necesiten y centralizando la ayuda a través del correo ayudasincendio@valencia.es.