Alejandro Soler y José Luis Ábalos, en un acto del PSOE de cara a las elecciones generales del 23 de julioPSPV

El caso Koldo aboca al futuro presidente del PSPV a una posición de debilidad por su cercanía a Ábalos

El secretario provincial socialista de Alicante, Alejandro Soler, es de los cargos más afines al exministro de Transportes, apartado del partido y diputado del Grupo Mixto en el Congreso

La actualidad política avanza a tal velocidad que un acontecimiento novedoso va tapando a otro u otros irremediablemente por muy importante que sea o sean. Poco más de dos semanas después de celebrarse, las elecciones en Galicia ya parecen algo remoto como consecuencia del estallido del conocido como caso Koldo por el supuesto cobro de mordidas en la compra de mascarillas durante los momentos más delicados de la pandemia y que, entre otros señalados, ha provocado la expulsión de José Luis Ábalos del PSOE.

El escándalo está afectando, de una manera o de otra, a varios personajes de renombre en el Partido Socialista como el ministro de Transportes, Óscar Puente, el de Política Territorial, Ángel Víctor Torres o la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. En términos orgánicos, la defenestración del otrora secretario de Organización de la formación del puño y la rosa también está teniendo su particular traslación a la Comunidad Valenciana.

Uno de los cargos más cercanos al nuevo miembro del Grupo Mixto en la Cámara Baja es Alejandro Soler, secretario provincial en Alicante. Su situación interna ha variado ostensiblemente en 2024, con episodios de subida y de bajada. El año lo comenzó con un significativo paso adelante con vistas a liderar la nueva etapa del PSPV-PSOE tras unas primarias que deberían haberse celebrado a finales de febrero pero que, a última hora, la dirección de Ferraz consiguió evitar.

Morant, patrocinada por Sánchez

Sus aspiraciones de pilotar la filial socialista, la segunda mayor de España en número de afiliados, se vieron frustradas, pero al menos Soler consiguió que la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y nueva mandataria de la organización, Diana Morant, le propusiese como presidente de la misma. A su vez, no solo le integró a él, sino también a gente de su núcleo de confianza en la estructura orgánica que se aprobará en el Congreso Extraordinario de finales de este mes de marzo. Pudiera parecer un premio de poca importancia dada su escasa importancia ejecutiva, pero no desmerece cuando la candidatura de la exalcaldesa de Gandía venía patrocinada y auspiciada directamente por Pedro Sánchez.

Sin embargo, el hecho de que se haya destapado el caso Koldo, que el nombre de Ábalos aparezca en el sumario de la causa y fuera el indiscutible personaje durante toda la semana pasada culminando con su marcha al Grupo Mixto tras negarse a entregar su acta de diputado no son escenarios que estén ayudando al líder del PSPV-PSOE en Alicante a dar la imagen de dirigente sólido en un momento de especial relevancia. Está echando a andar una nueva dirección que está obligada a hacer equilibrios entre las distintas 'familias' y era una oportunidad de oro para que Soler se hiciera valer, algo que ya no tiene demasiados números para que termine fructificando.

Diana Morant y Alejandro Soler, en un acto del PSPV-PSOEEuropa Press / Rober Solsona

A día de hoy, su fuerza negociadora y de influencia hacia Diana Morant de puertas para dentro está significativamente debilitada, puesto que todo lo que suene a Ábalos, a su entorno o a personas cercanas a él en lo político no pasa por sus mejores niveles de cotización. Hasta la fecha, no hay constancia de que se vayan a suceder en el corto plazo movimientos que puedan implicar cambios en el actual rol de Soler como presidente de la federación, pero tampoco hay duda de que, si la dirección nacional tuviera que hacer un cortafuegos para despejar cualquier sombra de corrupción que se pudiera extender, el «caiga quien caiga» podría contar con más perjudicados.

Por tanto, el desgaste de la figura de Soler se ha convertido en un daño colateral que Sánchez está aprovechando para apuntalar su control sobre el PSPV-PSOE. Si tras aupar a Morant maniobró para que el llamado ximismo, es decir, los partidarios del expresidente de la Generalitat Ximo Puig, se diluyera en la candidatura oficialista, el siguiente paso fue el de atraer a Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata y líder en la provincia de Valencia, a su causa.

Así, el jefe del Ejecutivo, tal como esperaba desde que diseñó el paso de la ministra de Ciencia, tiene vía libre para elaborar la hoja de ruta de unas de las pocas filiales poco afín a sus intereses.