Los agricultores y ganaderos valencianos denuncian que los robos les generan pérdidas de 30 millones al año

Los agricultores y ganaderos de la Comunidad Valenciana están hartos de los robos que sufren en sus explotaciones. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que éstos les producen pérdidas por valor de 30 millones de euros al año. Al menos así ocurrió durante 2023, cuando estos episodios se incrementaron un 20 % respecto al año anterior.

En un comunicado, AVA-ASAJA exige a las fuerzas de seguridad «la intensificación de la vigilancia en las explotaciones agropecuarias y centros de recepción de las mercancías robadas». Asimismo, solicita «un endurecimiento del Código Penal para imponer penas más severas frente a la acumulación de hurtos en el medio rural».

La entidad agraria manifiesta en el mismo escrito la necesidad de agilizar los trámites para interponer denuncias. Y es que, según explican, «los asociados que las han interpuesto lamentan que las administraciones les hayan hecho pasar por procesos burocráticos como la necesidad de pedir cita previa, y volver a presenciarse ante la Guardia Civil dos días después para conseguir tramitar la denuncia».

«La importancia de facilitar estos trámites es primordial para que la Delegación del Gobierno pueda disponer con datos reales sobre los delitos cometidos y tomar medidas efectivas contra la problemática», precisan.

Estas quejas llegan después de que se haya producido, según aseveran, «una creciente ola de robos en las instalaciones de riego de la Comunidad Valenciana». En concreto, la entidad constata al menos seis asaltos en entidades de riego de la comarca de la Horta Sur, en Valencia. Las reparaciones tras estos sucesos alcanzan los 9.000 euros en algunos casos. Los agricultores afectados no descartan que se trate de la misma banda de ladrones, explica esta asociación.

En busca de cobre

AVA-ASAJA reseña que un asociado de la localidad de Alcácer, Fermín Salcedo, sufrió una irrupción en su finca totalmente vallada. «Los ladrones asaltaron las instalaciones del pozo de riego del cual sustrajeron el cobre del transformador y cortaron los cables que lo conectaban con el cuadro de mandos», abundan.

El agricultor, quien llegó al campo a primera hora de la mañana, se percató de que la luz y el agua no funcionaban, descubriendo posteriormente uno de los accesos abiertos de la caseta y una de las ventanas rotas, según explican. Otro asociado de esta entidad ha notificado hasta cinco casos en una sola semana en fincas de localidades de la misma comarca valenciana.

Según el asociado, que es electricista y ha reparado estas instalaciones, todas las fincas estaban valladas y el modus operandi de los ladrones fue el mismo: de noche rompen la valla que rodea la finca y acceden a las instalaciones de riego forzando la entrada o la ventana para conseguir cobre.

Según señala, son 300 euros lo que pueden llegar a ganar los ladrones con 90 kilos de cobre robado, mientras que al afectado puede llegar a costarle entre 5.000 y 6.000 euros reparar los destrozos ocasionados, por lo que desde la asociación presidida por Cristóbal Aguado exigen medidas inmediatas para acabar con estos episodios.