Plano del Padre Tosca, de 1704, en el que se observa el hospital, con los dos cruces que llegó a tenerWikipedia

Historia Valenciana

El primer hospital psiquiátrico de la historia abrió sus puertas en Valencia hace ocho siglos

El primer manicomio del mundo, fundado en Valencia en el siglo XIV por Fray Joan Gilabert Jofrè, revolucionó la atención a personas con trastornos mentales y sentó las bases para la compasión y la dedicación en la atención médica

En la historia de la psiquiatría y el tratamiento de trastornos mentales, el Hospital de Ignoscents, Folls e Orats en Valencia ocupa un lugar destacado como el primer manicomio del mundo. Fundado en 1409 por Fray Joan Gilabert Jofrè, este hospital revolucionario marcó un hito en la atención a personas con enfermedades mentales en una época donde la comprensión y el trato hacia estos individuos eran muy diferentes a los estándares actuales.

En la Valencia del siglo XIV, las personas con trastornos mentales eran comúnmente consideradas poseídas y eran apartadas de la sociedad. La labor humanitaria de Fray Joan Gilabert Jofrè fue fundamental para cambiar esta percepción y brindar un cuidado adecuado a aquellos que sufrían de enfermedades psiquiátricas. Su defensa a los enfermos mentales culminó en la creación del Hospital de Ignoscents, Folls e Orats.

La bula papal que lo originó

El Padre Juan Gilabert Jofré comenzó a pedir caridad con los enfermos mentales y a impulsar la creación de un hospital para estas personas. La iniciativa fue de tal alcance que incluso llegó a oídos del Papa Benedicto XIII, quien autorizó el hospital en una bula, documento sellado con plomo sobre asuntos políticos o religiosos, el 16 de mayo de 1410, bajo la advocación de los Santos Inocentes Mártires. Así, el 1 de junio de 1410 se fundó el Hospital, para recoger a enfermos mentales, pobres y niños abandonados. La capilla del hospital se dedicó a la advocación de Nuestra Señora de los Desamparados, que luego se convertiría en la patrona de Valencia, también conocida en la capital como La Geperudeta.

Este hospital fue pionero en proporcionar tratamiento médico hospitalario y residencia a los enfermos mentales, así como albergue para los necesitados. Se destacó por su enfoque humanitario y tratamiento médico, utilizando terapias ocupacionales como la agricultura y la artesanía.

El centro también fue el primero en sentar las bases para un nuevo enfoque en el tratamiento de enfermedades mentales. A diferencia de la inhumanidad y falta de tratamiento que caracterizaban a otros lugares de confinamiento de la época, este hospital ofrecía cuidados médicos, terapias conductuales, trabajos manuales, actividades recreativas y una atención integral que buscaba no solo tratar los síntomas, sino también brindar apoyo emocional y espiritual a los pacientes.

A lo largo de su historia, el psiquiátrico se enfrentó a desafíos como un incendio, en 1545, pero fue reemplazado y continuó operando.

Portal gótico del antiguo hospitalWikipedia

El modelo innovador del Hospital de Ignoscents, Folls e Orats inspiró la creación de instituciones similares en otras ciudades españolas y colonias americanas. A pesar de que algunas interpretaciones erróneas sitúan al Hospital Real de Bethlem como el primer manicomio del mundo, su enfoque distaba mucho del carácter humanitario y terapéutico que caracterizaba al hospital del fraile.

Con el avance de la medicina y la comprensión moderna de las enfermedades mentales, los manicomios empezaron a desaparecer en Europa durante las décadas de 1960 y 1970. La introducción de unidades de salud mental más inclusivas marcó un cambio significativo en la atención a los enfermos mentales, llevando al cierre de este en 1989.

Actualmente, de lo que fue el primer hospital psiquiátrico del mundo solo permanecen en pie la fachada principal y una de las dos enfermerías originales, además de otros restos esparcidos junto al jardín anexo. Actualmente es la Biblioteca Publica Provincial.

El Hospital de Ignoscents, Folls e Orats en Valencia representa un hito crucial en la historia de la psiquiatría y el tratamiento de trastornos mentales. El legado del Fray Joan Gilabert Jofrè perdura como un recordatorio del valor humanitario y la visión pionera que guiaron su fundación, sentando las bases para una atención más compasiva y efectiva hacia las personas con enfermedades psiquiátricas.