El archivo del caso Oltra amenaza con reavivar la pugna entre las 'familias' de Compromís

«Es abril y, pese al frío, la primavera empieza a florecer». Con este fragmento de una canción del grupo catalán Manel quiso este martes celebrar Miquel Real, quien fuera jefe de Gabinete de la exvicepresidenta de la Generalitat Mónica Oltra que el juez archivara el caso por un hipotético encubrimiento por parte de la Consejería de Igualdad de los abusos sexuales cometidos por el exmarido de la nacionalista a una niña de 14 años en un centro de menores tutelados dependiente de la Administración.

Con esta decisión del magistrado Vicente Ríos, no solo decaen las imputaciones de la otrora líder de Compromís y su núcleo de confianza, sino también de algunos funcionarios y técnicos de Igualdad. En total, casi una veintena de investigados en un caso que arrancó hace tres años, en 2021.

Por ello, no resulta extraño que los dirigentes de la coalición estuvieran exultantes al recibir la noticia sobre la que hasta hace 20 meses era su mandataria. De este modo, el portavoz de la formación en las Cortes Valencianas, Joan Baldoví, mostró su alegría porque, en su opinión, se ha dado «la razón a todos» los que creyeron en la «inocencia» de la exvicepresidenta valenciana: «Para Mónica un abrazo muy fuerte y para todos ellos la más profunda indignación y el deseo de que alguna vez acaben pagando todo el daño que han hecho», señaló el síndico.

«Ignominia» y «'lawfare'»

En la misma línea se expresó la recién nombrada portavoz de la coalición en el Ayuntamiento de Valencia, Papi Robles, que se felicitó porque, a su juicio, «la verdad se acaba imponiendo y la justicia se abre paso». Igualmente, sostiene que «la ignominia de los últimos años contra Mónica Oltra será recordada como uno de los episodios más oscuros de lawfare».

Por su parte, desde Madrid, la portavoz adjunta de Sumar en el Congreso de los Diputados, Águeda Micó, subrayaba que el instructor y la Fiscalía «no han encontrado nada porque nunca ha habido nada», a la par que ha denunciado lo que considera una «persecución política y judicial» por haber sido Oltra una política caracterizada por «plantar cara a los poderosos» y por luchar por quienes «más lo necesitan».

Sin embargo, la euforia vivida en Compromís este martes puede resultar efímera. Y es que ha sido la propia Micó la que ha invitado a la exdirigente a volver a la política activa después de la dimisión forzada en junio de 2022: «Es una gran política, un referente para todas y será siempre lo que quiera ser dentro de nuestra organización. Si quiere volver a primera línea política, la esperamos con los brazos abiertos», señaló.

Choque Baldoví-Aitana Mas

Este movimiento puede ser entendido como el resarcimiento laboral y político a su compañera, pero tampoco sería descartable que suscitara recelos internos, ya que la formación está compuesta por tres 'familias': Més Compromís, Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds, de mayor a menor en orden de importancia. Desde que la ahora exculpada presentara su renuncia, tanto a nivel institucional como de partido, los nacionalistas están sumidos en una continua inestabilidad, con pugnas internas a la hora de hacerse con su liderazgo.

La disputa más tensa la protagonizaron Baldoví, de Més, y Aitana Mas, de Iniciativa y sucesora de Oltra. Los dos querían ser el candidato a la presidencia de la Generalitat en las elecciones autonómicas del 28 de mayo y maniobraron entre sus círculos afines para ello, pero la pericia y la astucia del portavoz y la inexperiencia de Mas llevaron al primero a liderar la papeleta por Valencia y a aspirar a ser vicepresidente del Consell.

Pero no ha sido el único caso en ausencia de Oltra, ya que, entre otros, la presente legislatura a nivel regional empezó con mal pie para Compromís debido a la elección del senador autonómico que al partido le correspondía. De nuevo, Més e Iniciativa llevaron la situación al límite, prácticamente al borde de la ruptura. El guion seguido fue el mismo que con las primarias: una propuesta de cada una de las dos grandes 'patas', bronca en público y en privado y, finalmente, fueron los de Baldoví los que se llevaron el gato al agua.

Por tanto, una eventual vuelta de Oltra a la política podría remover unos cimientos internos que ni mucho menos son sólidos. En el caso en que se planteara y formalizase esa opción, cuesta creer que alguien que lo ha sido todo en su partido y ha gestionado una vicepresidencia y una consejería se pudiera conformar con un cargo menor o, incluso, simbólico. En ese contexto, Baldoví no tendría amarrado el puesto de líder que actualmente ostenta, tanto por lo que representa su excompañera, y más ahora que ha sido archivado el sumario contra ella, como por las posibles venganzas que le puedan venir desde las filas de Iniciativa.