Una agente de la Guardia Civil, durante una jura de banderaEFE / José Manuel Pedrosa

Incertidumbre ante la reorganización de la Guardia Civil en el interior de Castellón en plena oleada de robos

  • El Gobierno Central convertirá cinco cuarteles en oficinas de información ciudadana y los agentes pasarán a prestar servicio en municipios próximos

  • La UGC advierte: «La falta de personal es considerable, no se puede llegar a todos los sitios»

El futuro de la Guardia Civil en los municipios del interior de la provincia de Castellón está pasando por un momento de incertidumbre, donde la reorganización de los cuarteles abre un debate por el incremento de los robos y la inseguridad que están sufriendo en estas regiones.

El Boletín Oficial de la Guardia Civil (BOGC) ha publicado el posible cierre de cinco cuarteles en las localidades de Artana, Alcocéber, Bechí, Benasal y Lucena. Ante la controversia que ha causado esta noticia, la subdelegada del Gobierno en Castellón, Antonia García, ha desmentido que se trate de un cierre, y ha aclarado que «la reorganización de la Guardia Civil no supone la supresión de instalaciones, sino que los cuarteles se transformarán en oficinas de información ciudadana».

Esos cuarteles son inoperantes, no sirven para nadaAntonio GonzálezSecretario del sindicato AUGC Castellón

Los cuarteles mencionados son los denominados auxiliares, compuestos por un cabo y dos guardias por unidad. Sus componentes «seguramente pasarán a prestar servicio a los cuartes más próximos, no desaparecen», explican desde el sindicato AUGC en Castellón. «A día de hoy son totalmente inoperantes, no sirven para nada», señala Antonio González, secretario del sindicato castellonense en relación a los cuarteles mencionados.

González recalca que el problema no es el cierre de dichos cuarteles: «Estos lugares tampoco están atendidos ahora, el hecho de tener un cuartel en el pueblo no quiere decir que se tenga una atención correcta». El secretario del sindicato pone de ejemplo la situación en la localidad de Alcora, donde tienen un cuartel operativo, pero que solo abre por las mañanas. «La falta de personal es considerable, no se puede llegar a todos los sitios», señala el secretario sindical.

Creación de «macrocuarteles»

La medida de reorganización de los cuarteles es, por el momento, un parche a la notoria falta de personal en la Guardia Civil de Castellón, apuntan. «Llevamos denunciando hace tiempo que necesitamos como mínimo 350 agentes más y hacer una reestructuración completa de los cuarteles actuales», reclama el secretario de AUGC de Castellón.

Interior de una comandancia de la Guardia Civil, en una imagen de archivoComandancia de Badajoz / EFE

La solución que proponen desde el sindicato para paliar estas carencias, además del aumento de personal, es la construcción de «macrocuarteles». «Lo ideal sería hacer cuarteles grandes, de 100 agentes en adelante, que pudiesen sacar varias patrullas y cubrir la demarcación de diversas zonas, ubicados en sitios estratégicos para que sea más rápido poder desplazarse y que se pueda dar un servicio más eficaz», detalla González.

Municipios afectados

La presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina, se reunió en Lucena con alcaldes y portavoces de los municipios afectados por la reorganización de los cuarteles. «No vamos a callarnos ante lo que consideramos un sinsentido, y es privar a nuestros vecinos de Lucena, Artana, Alcocéber, Benasal y Bechí de cuarteles auxiliares que son bandera de seguridad y protección para el territorio», declaró la dirigente 'popular'.

La demanda que plantea Barrachina no solo se dirige a estos cuarteles auxiliares, también exige la «construcción inmediata» de los cuarteles de Almazora, Nules, Benicasim y Onda. «Llevamos años reclamando al PSOE que tenga en cuenta estas demandas, que no nos dé la espalda y que actúe, pero lamentablemente la palabra del presidente del Gobierno de España tiene el valor que tiene, ya lo hemos visto con la amnistía», recrimina la presidenta de la Diputación de Castellón.

Varios agentes de la Benemérita, delante del cordón policial, tras un crimenEFE / Pepe Zamora

Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Castellón justifica la reorganización de las unidades por la búsqueda de «una mayor eficiencia en la prestación del servicio de seguridad ciudadana, con un incremento de la presencia de patrullas, apoyándose en el empleo de nuevas tecnologías, lo que permitirá reducir cargas burocráticas y aumentar el potencial del servicio».

Oleada de robos en el interior

Mientras esta medida de reorganización se pone en marcha y se prevé realizar de una manera progresiva en un plazo de cinco años, los municipios del interior sufren una ola de robos e inseguridad.

Tan solo en la localidad de Artana, por ejemplo, se contabilizan ya alrededor de 15 robos en viviendas y vehículos desde septiembre. Un caso similar es el del pueblo de Viver, que a principios de año sufrió una oleada de 25 robos en viviendas en tan solo un mes. También cabe destacar los dos robos a cajeros automáticos en tan solo diez días en Jérica, donde ahora estudian poner cámaras de seguridad.

Estos son tan solo algunos ejemplos de la inseguridad en los pequeños municipios de la provincia, donde las estadísticas nacionales del año pasado reflejaron un aumento del 10 % en los robos con violencia en casa particulares. Las localidades pequeñas eran las que más sufrían este fenómeno. Los representantes políticos de estos municipios, asimismo, llevan meses reclamando la instalación de cámaras de vigilancia así como más efectivos de seguridad.