La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, la semana pasada, en MadridEduardo Parra / Europa Press

Comunidad Valenciana

El doble juego de Compromís con Díaz: junto a Sumar en las listas europeas pero en solitario en Bruselas

El candidato favorito de los valencianos para ocupar el tercer puesto de la candidatura conjunta el 9-J asegura que los nacionalistas no se integrarán en la misma familia política que la vicepresidenta y lo harán con Alianza Verde

No corren buenos tiempos para la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en lo que a política se refiere en este 2024. El año comenzó con las elecciones en Galicia, su tierra natal, y en la que el partido que ella misma fundó y lidera, Sumar, cosechó un notable batacazo en las urnas al no conseguir entrar en el Hemiciclo regional y convirtiéndose en fuerza extraparlamentaria. En los últimos comicios celebrados, los del País Vasco, sí logró un acta, pero es un resultado demasiado pobre para las expectativas creadas.

Entre medias, tanto el PSOE como el Ejecutivo responsabilizaron a la también titular de Trabajo de haber sido el detonante para una nueva cita electoral, en esta ocasión en Cataluña, por no haber podido ni sabido controlar a los 'comunes', su rama en esa región, un aspecto que enturbió el ambiente en el seno del Consejo de Ministros. Pero, como todo lo que va mal es susceptible de ir a peor, la confección de las listas para las europeas del próximo 9 de junio así lo está demostrando.

Tanto Izquierda Unida a nivel nacional como Compromís en términos de la Comunidad Valenciana han acordado ir con los de Díaz en la misma papeleta. Sin embargo, esa alianza no significa que la relación vaya a ir mucho más allá del escrutinio. Y es que si los comunistas ya han dejado claro que en ningún caso piensan pasar a formar parte de los órganos directivos de Sumar para evitar una absorción, el principal candidato de los nacionalistas para ocupar el tercer puesto de la candidatura conjunta, Vicent Marzà, ha hecho lo propio a la hora de integrarse en la misma 'familia' política en Bruselas.

Partidos «homólogos en Europa»

En una entrevista en À Punt, la televisión púbica valenciana, el actual diputado en las Cortes lo ha asegurado con contundencia y sin dejar el más mínimo lugar a la duda: «No somos Sumar ni lo seremos. Somos Compromís y cooperamos con otras fuerzas que hacen cosas parecidas a las nuestras, pero nos debemos únicamente a los valencianos», ha indicado el parlamentario. De este modo, y tal como ha hecho hincapié, los nacionalistas tendrán «directamente la representación» en la Cámara comunitaria «sin pasar por Sumar» y se adherirán al grupo de Alianza Verde por ser partidos «homólogos en Europa».

Por el contrario, la vicepresidenta segunda del Gobierno lleva meses colaborando directamente con la 'familia' de La Izquierda Europea (The Left, en inglés). En esas sesiones de trabajo que ha mantenido también ha intentado exportar el modelo de macrocoalición que es Sumar al escenario que se abrirá a partir del 9 de junio pero, de momento, uno de sus principales socios, su extensión en la Comunidad Valenciana, ya le ha dicho que no cederá en este asunto.

Yolanda Díaz, antes de su entrada a un mitin en Valencia con CompromísEl Debate

Esta decisión llega días después de que se confirmara que el nombre del representante de Compromís será el número tres de la papeleta de Sumar, un hecho que se produjo tras semanas de intensas negociaciones entre las dos partes y que se saldaron con una cesión por parte de Díaz, dado que al principio de las conversaciones ofreció el puesto cuatro o el cinco. Además, cabe recordar que tras las votaciones en Galicia y el fracaso del partido de la ministra de Trabajo, los principales dirigentes de los valencianos marcaron unas calculadas distancias con su aliada, poniendo al Bloque Nacionalista Galego como el «espejo» en el que mirarse y dejando a Díaz en una posición de evidente debilidad.

Programas muy parecidos

Respecto a las diferencias entre Alianza Verde y La Izquierda Europea, son pocas, con lo que el distanciamiento anunciado suma más inestabilidad a una unión que en el año aproximado que lleva ha pasado por más momentos delicados que por triunfos y éxitos en las urnas. En concreto, el grupo al que quiere unirse Compromís se define como «agentes del cambio» y sus miembros provienen de «movimientos ecologistas, eurodiputados independientes, del Partido Pirata y de la Alianza Libre Europea (ALE), que representan a minorías, regiones y naciones sin Estado y defienden el derecho a la autodeterminación».

En la presente legislatura, que está a punto concluir, es la cuarta fuerza en Bruselas y revindica que ha impulsado «cambios» y trabaja «para situar a Europa a la cabeza de las acciones mundiales relacionadas con la protección del clima y del medioambiente, la paz y la justicia social, la globalización justa y la lucha por los derechos humanos y la autodeterminación», tal como se señala en su página web.

Sin demasiada variación, La Izquierda Europea apunta que su labor en el Europarlamento se fundamenta en la «justicia económica y de los trabajadores, el medioambiente, el feminismo, los derechos y las libertades, la paz y la solidaridad» así como «la democracia y la ética».