La líder del PSPV ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana MorantEduardo Sanz / Europa Press

Morant, obligada a atajar la crisis del PSPV de Castellón mientras algunas voces la señalan como culpable

La nueva líder de los socialistas valencianos se enfrenta a su primer brete en la formación apenas un mes después de acceder al cargo

Hace poco más de un mes que Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, ostenta el cargo de secretaria general del PSPV de la Comunidad Valenciana. El nombramiento se hizo oficial a finales del mes de marzo en el congreso extraordinario celebrado en la localidad castellonense de Benicasim.

Un mes que no ha sido nada fácil para el grupo socialista ni para la nueva secretaria general, que cuenta con diferentes frentes abiertos. La guerra interna que sufre el PSPV-PSOE en Castellón es uno de los principales fuegos a apagar, en la que ella misma es una de las señaladas como culpable.

Esta semana se han anunciado 16 renuncias de entre los 29 miembros que pertenecen a la Comisión Ejecutiva Municipal del PSPV de Castellón, dejando así con menos del 50 % a la comitiva, que ha derivado en la constitución de una comisión gestora.

Cinco de los nueve concejales por los que está integrado el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Castellón tenían representación en la Ejecutiva Municipal del PSPV de Castellón, según ha informado en un comunicado el propio Grupo Socialista. Estos ediles son Patricia Puerta, José Luis López, Jorge Ribes, Mónica Barabás y Mary Carmen Ribera.

La oleada de dimisiones ha surgido como estrategia para forzar la caída de Germán Renau como secretario general del PSPV-PSOE. Hasta ahora, la ejecutiva de la capital de la Plana estaba conformada por un 50 % de miembros afines a la gestión de Renau, y el otro 50 % a la de Amparo Marco, la exalcaldesa de Castellón perteneciente a Soca (Socialistes Castelló). La paz dentro del grupo político pendía de un hilo muy fino, que se vio truncado tras las elecciones de mayo de 2023.

Después de perder en las urnas, Marco dimitió como candidata socialista «por responsabilidad, para dar paso así a una nueva etapa política en el grupo municipal del PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de Castelló». Una tónica que han seguido sus simpatizantes en sus renuncias, que justifican con «el objetivo único de trabajar ya en el proyecto de ciudad de cara a las elecciones municipales de 2027 para frenar las políticas regresivas que está sufriendo la localidad en manos del Gobierno de la derecha y la ultraderecha, como se está comprobando en estos 10 meses de alcaldía en manos de PP y Vox».

Malestar por los nombramientos

Aunque el cambio de Gobierno y las rencillas internas sean las principales causas de esta oleada de dimisiones, hay otros problemas dentro del propio partido, que se han detonado tras la elección de Morant como nueva secretaria general.

El malestar dentro de la agrupación se debe en parte al diseño de la nueva Ejecutiva de Morant, en la que ha incluido a Valeria Torregrosa por delante de los concejales del grupo municipal en el Ayuntamiento de la capital de la Plana.

Morant junto a Sánchez, el día que resultó proclamada líder del PSPVRober Solsona / Europa Press

Cuando Morant llegó al poder, en su Ejecutiva trató de tener en cuenta el reparto de cuotas territoriales y diferentes «familias» dentro del partido. La secretaria consiguió imponer sus nombres en las listas, aunque tuvo algunas concesiones, como la del alcalde de Elda y vicepresidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Rubén Alfaro, que pasó a ser portavoz de la ejecutiva y está considerado como afín a Alejandro Soler, uno de los principales contrincantes a ocupar el puesto que finalmente ganó Morant.

Finalmente, los 451 delegados del PSPV votaron la ejecutiva planteada por Morant y dieron el visto bueno a su organigrama, aunque, por lo que se ha podido ver dentro del grupo político en Castellón, no todos quedaron conformes.

Un futuro incierto

Todavía no se sabe qué pasará con el PSPV en Castellón tras la oleada de renuncias y la constitución de una comisión gestora, aunque el plazo para solucionarlo es de tan solo 90 días.

Lo que sí es seguro es que hay un nombre que suena con bastante fuerza y tiene la simpatía de Morant. Se trata de Rafa Simó, quien ya fue concejal en Castellón de la Plana y abandonó el cargo tras ser elegido presidente de PortCastelló por Ximo Puig.

Aunque el posible candidato se ha mantenido al margen de la polémica, parece ser que no pertenece a ninguna de las corrientes que están actualmente en guerra dentro del PSPV de Castellón. Al mismo tiempo, se trata de una persona cercana al secretario general de la provincia, Samuel Falomir, y a la propia Morant.