El director de la Fundación Disenso, Jorge Martín Frías, durante la entrevista con El DebateGemma Gil

Entrevista | Director de la Fundación Disenso

Jorge Martín Frías: «Sánchez es la consecuencia de toda la historia del PSOE»

El director del think tank de Vox aboga por dar la batalla cultural frente a una izquierda política y social que ha generado unas «élites que funcionan como una especie de comisarios de la corrupción»

Desde que entró en diversos gobiernos regionales y locales, Vox se propuso dar la «batalla cultural» ante lo que considera que son el pensamiento único y los postulados creados e impuestos por la izquierda política y social. Muestra de ello son las diferentes leyes de Concordia que ha impulsado desde sus áreas de gestión y que han provocado la crítica por parte del PSOE, Sumar, Compromís y otras formaciones similares.

Como acicate a esa hoja de ruta, la Fundación Disenso ha creado el Instituto de Cultura, cuya presentación se ha llevado a cabo en Valencia en un gesto nada casual puesto que el consejero de Cultura de la Generalitat es Vicente Barrera, de Vox y torero retirado. Por la puesta en marcha de esta iniciativa, Jorge Martín Frías, el director del think tank de Vox, Fundación Disenso, atiende a El Debate.

–¿Qué lleva a Disenso, a crear este nuevo instituto y cuáles son sus ejes fundamentales?

–La creación del Instituto de Cultura viene a dar continuidad a la labor que ya ha realizado la Fundación en todo lo relativo a lo que es la historia. La Fundación ha dedicado muchos esfuerzos en contar la historia como es, sin aspiraciones ideológicas ni sesgadas. Y ahora queremos ir un paso más allá y ampliarlo a lo que es la cultura porque tenemos muchas cosas que decir y que aportar, sobre todo en lo que es la creación, el teatro, la literatura, el cine, la música... Somos muy conscientes del papel que tiene la cultura. Para lo bueno y para lo malo.

«Culturas contrarias a la nación»

–¿Esa meta se ve impulsada por el hecho de que el Partido Popular y Vox estén al frente del Consell?

–No tanto. Independientemente de las consejerías que pueda tener o no, Vox siempre ha dado mucha importancia a la cultura. De hecho, el presidente de Disenso y de Vox, Santiago Abascal, dio un discurso precisamente sobre la cultura en la propia campaña de las elecciones generales del 23-J. Este instituto no responde a marcar ningún tipo de política. Responde al afán por reflexionar sobre el papel de la cultura y la necesidad de trabajar por la libertad en la cultura. Porque la cultura hemos visto y vemos que está secuestrada, bien a través de los partidos, o bien incluso a través de unas élites que funcionan como una especie de comisarios de la corrupción. Y, además, nos presentan obras como si fueran vanguardistas, cuando en el fondo lo único que son es un reclamo al conformismo y la resignación, es decir, a eliminar la capacidad de crítica.

En las elecciones europeas el PP debería elegir si apuesta por espacios de libertad o por las agendas progresistas que han llevado a Europa a dictar políticas contrarias al hombre

–En ese relato hay ocasiones en que el PP y Vox discrepan. ¿Cuáles cree usted que son las diferencias entre ambos partidos a la hora de impulsar esa nueva visión?

–Sin entrar en la política como tal, puesto que soy director de la Fundación Disenso y no soy un portavoz de Vox, la diferencia clara entre ambas formaciones políticas es que, para empezar, hay una formación política a la que le importa y da valor a la cultura. Tiene claro que la cultura tiene un papel muy importante. Como una expresión del ser humano, pero también, obviamente, como dentro de lo que es la propia historia de España, es decir, la nación española. Y hay otra formación política que ha entendido hasta la fecha que la cultura era una cosa, digamos, de la progresía o de la izquierda y que era mejor no meterse en líos en la transformación política.

Jorge Martí Frías, en un momento de la entrevista con El DebateGemma Gil

A la cultura no se la ataca sólo a través de proyectos legislativos o de arengas. También se ha atacado a través, precisamente, de utilizar distintos instrumentos institucionales para promover culturas contrarias a la nación española. Y en muchos casos, todos conocemos que se ha inventado la historia de España e incluso de alguna región.

–Ese contexto de reinvención y del papel de esos comisarios que ha nombrado, ¿tiene un origen claro o más bien es producto de un proceso que no cesa?

–Evidentemente, esto no surge en 2024. Viene de mucho más atrás, tanto a nivel en clave occidental como en clave local de España. Lo podemos ver desde la propia Escuela de Frankfurt, en el Mayo del 68 francés, que tiene sus orígenes en Estados Unidos. También con la caída del Muro de Berlín y cómo el comunismo se reviste o busca otras formas de estar presente, como es a través de la cultura, que también lo hizo, a su vez, en los propios años de la Guerra Fría.

Y obviamente en España, pues la cultura sobre todo ha sido un tema que ha sido ocupado o que ha sido santo y seña de identidad, por decirlo algún modo, de una izquierda que la ha utilizado para prescribir qué está bien y qué está mal. Y todo en función de las ideas que ellos dictan sobre qué puede ser publicado, qué puede ser no publicado, qué requiere el apoyo o no, y qué está bien y qué está mal.

–¿Qué rol juegan las redes y la globalización para que ese proceso vaya adquiriendo más velocidad?

–El papel de las redes, como todo en la vida, tiene un lado positivo y tiene un lado que puede ser negativo. El lado positivo es que, por ejemplo, con la existencia de las redes, mucha de la censura que se practicó en la Unión Soviética no podría haber sido realizada. Aunque es verdad que tenemos, sin embargo, el caso de China, que sí que está mal, pero obviamente las redes son una herramienta para poder superar esos obstáculos que a veces encontramos en el campo de la cultura y en el campo de la libertad de expresión. Sin ir más lejos, podemos ver el caso, por ejemplo, de la oposición brasileña, que ahora mismo el Gobierno de Lula da Silva está intentando que sus redes sean canceladas para no poder expresarse y precisamente han encontrado en la voz de Elon Musk a su máximo defensor.

Cordón sanitario a la derecha

–¿Cuáles cree usted que son los valores o principios que más se han dañado desde que Pedro Sánchez llegó al poder?

–Sánchez es la consolidación de ese proceso de desnacionalización de España que empezó sobre todo en 2004. Sánchez es la plenitud, la culminación, por decirlo de algún modo, del zapaterismo. Es el ejecutor de toda esa estrategia que planteó Zapatero con aquello famoso de la asimetría parlamentaria. Quiero decir que, a su vez, también no es una cosa en sí que es exclusiva de Sánchez ni de Zapatero. También recordemos que hay figuras que tienen un mayor predicamento que también escribieron libros.

El director de la Fundación Disenso, Jorge Martín FríasGemma Gil

En este caso, me refiero a Felipe González, que también llamaba a una especie de cordón sanitario a la derecha y que firmaron artículos en periódicos yendo en contra de la sentencia del Constitucional respecto del Estatuto de Cataluña. Por tanto, yo diría que Sánchez es la culminación de lo que es el Partido Socialista Obrero Español en el siglo XXI y que es la mera consecuencia de toda la historia del PSOE.

–¿A qué cree que se debe la obsesión de la izquierda por Franco y que en estos días se está viendo en las críticas a las leyes de Concordia impulsadas por PP y Vox?

–Es muy sencillo, porque sobre todo el PSOE y los partidos de izquierda quieren amnistiar su propia historia y su responsabilidad en la historia de España. Por ejemplo, con el golpe de Estado de 1934, en el que participó activamente, o en las actividades subversivas o terroristas que cometieron.

–El 9 de junio hay unas elecciones europeas. ¿Considera que puede ser una cita importante de cara a frenar la deriva cultural actual y, en la medida de lo posible, comenzar a revertirla?

–Los comicios del 9 de junio son muy importantes, sobre todo porque es la primera vez que las fuerzas patriotas y conservadoras van a tener la capacidad de condicionar las políticas de la Unión Europea. Eso hacía décadas que no sucedía. Y ahí, sobre todo, se verá qué papel van a jugar, por decirlo de algún modo, otros actores que hasta la fecha han estado votando en un consenso de partido único que es el PSOE, el PP, Los Verdes y la izquierda en la Unión Europea, que en el 90 % de las veces votan lo mismo.

Entonces, en ese momento se podrá ver si el Partido Popular Europeo opta por unas políticas que sobre todo apuestan por espacios de libertad, por la libertad de la propiedad y del trabajo, de dejar también trabajar a los agricultores y que la gente se gane su pan o si seguirá apostando por las agendas progresistas que han llevado a Europa a dictar políticas contrarias al hombre.