El vicepresidente primero de la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera

El vicepresidente primero de la Generalitat Valenciana, Vicente BarreraJosé Cuéllar / Cortes Valencianas

El Gobierno valenciano se suma a la iniciativa de Extremadura para organizar el Premio Nacional de Tauromaquia

El vicepresidente primero del Consell y responsable de Cultura, Vicente Barrera, critica la decisión del ministro Urtasun y acusa al Gobierno de erigirse en «guardianes de la cultura»

La Consejería de Cultura valenciana, al frente de la cual está el extorero Vicente Barrera, se adhiere a la propuesta anunciada de la Junta de Extremadura (como la Comunidad Valenciana, gobernada por el Partido Popular y Vox) para asumir la organización del Premio Nacional de Tauromaquia eliminado por el Ministerio de Cultura, una decisión que para el también vicepresidente primero del Consell significa «no solo un acto de censura, sino también un ejemplo de sectarismo político por parte del Gobierno del Estado».

Así, Barrera ha expresado su apoyo a la propuesta presentada por el Ejecutivo extremeño, a través de la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, que ha mostrado su disposición a asumir la organización del Premio Nacional de Tauromaquia tras haber anunciado el Ministerio de Cultura, encabezado por Ernest Urtasun, que no se convocará a partir de este 2024.

«Guardianes de la cultura»

En este sentido, el dirigente valenciano ha manifestado su «total repulsa contra esta decisión arbitraria del Gobierno de España que constituye, no solo un acto de censura, sino también un ejemplo de sectarismo político al intentar imponer una única perspectiva cultural desde la izquierda». Igualmente, ha apuntado que la supresión de este reconocimiento a una manifestación cultural como es la tauromaquia «responde, una vez más, al intento por parte del actual ejecutivo del Estado de controlar y moldear la expresión artística y cultural según los valores y agendas del gobierno en el poder, sin atender a las sensibilidades del conjunto de la sociedad española».

Para Barrera, «este es un símbolo de ataque la libertad de expresión, cuando el papel del Estado debería de ser el de la promoción y protección de la diversidad cultural que caracteriza a nuestro país». Por ello, el consejero se ha cuestionado «el derecho del Gobierno a determinar qué formas de expresión son legítimas y cuáles no lo son, así como su capacidad para definir quiénes son los ‘guardianes’ de la cultura».

«¿Hasta qué punto debe intervenir el Estado en estas esferas? La cultura es aquello que nos define como sociedad y no es el gobierno el que debe dictarla desde un partido», se pregunta el vicepresidente primero del Consell.

Además, Barrera ha recordado la importancia de la tauromaquia no solo por su valor patrimonial y cultural así como por su arraigo en la tradición de este país sino también por ejercer de factor dinamizador económico en muchas regiones españolas, contribuyendo a fijar población en el ámbito rural de manera determinante y combatiendo por tanto el fenómeno de la despoblación.

Ante esta situación, el vicepresidente Barrera ha agradecido a la Junta de Extremadura su ofrecimiento para que el Premio nacional de Tauromaquia pueda mantenerse, y ha trasladado al ejecutivo extremeño «todo el apoyo que sea necesario desde el Gobierno valenciano para proteger la existencia de este galardón».

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