El expresidente de la Generalitat valenciana y exministro Eduardo Zaplana, la semana pasada, en Valencia

El expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro Eduardo Zaplana, en ValenciaRober Solsona / Europa Press

El responsable del inicio del caso Erial contra Zaplana admite que era un confidente de la Policía

El testigo ha declarado que, en ocasiones, los agentes les hacían «visitas» para preguntar si veían «algo raro o si pasaba algo porque había habido muchos acontecimientos dramáticos»

Imad, el ciudadano de nacionalidad siria que entregó al exgerente de Imelsa Marcos Benavent, autodenominado 'yonki del dinero', los papeles que originaron el conocido como caso Erial ha mantenido en la Audiencia de Valencia que los encontró en la vivienda en la que residió hasta 2006 el expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo con el PP Eduardo Zaplana. Estos documentos se conocen como los 'papeles del sirio' y se han calificado como una «hoja de ruta» del caso.

El testigo se ha pronunciado así en el juicio que se sigue contra Zaplana y otras 14 personas más por el caso Erial, procedimiento en el que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunidad Valenciana. El fraude está cuantificado en más de 20 millones de euros.

El testigo que ya prestó declaración ante la jueza instructora del procedimiento en mayo de 2018, ha explicado que alquiló en el año 2008 una vivienda en la Plaza Legión Española, que había pertenecido hasta 2006 a Zaplana y su mujer, y estuvo allí hasta verano de 2015.

Responsable de la comunidad árabe

Uno de los aspectos más llamativos es que también ha reconocido que tenía relación con la Policía, siendo confidente del Cuerpo, porque, en ocasiones, los agentes les hacían «visitas» para preguntar si veían «algo raro o si pasaba algo porque había habido muchos acontecimientos dramáticos». Interpelado por si las visitas se justificaban en la radicalización de su comunidad, ha dicho que «no». «Eran visitas normales y corrientes», ha añadido.

Igualmente, ha indicado que al entrar a la casa se llevó sus muebles pero no realizó ninguna reforma porque «estaba para entrar a vivir». Transcurrido el tiempo, aproximadamente un año, halló unos papeles al lado de una caja fuerte en la habitación principal. En concreto, se encontraban detrás de la puerta, en una esquina, tras otra puerta pequeña. Ha señalado que estaban doblados, pero no recuerda si se hallaban en el interior de un sobre.

El testigo ha explicado que observó que los documentos presentaban tachaduras y aludían a unos parques eólicos. «Me parecía que era algo importante y por eso llevaba tachaduras y se guardaban al lado de la caja fuerte», ha indicado. Por este motivo, los cogió y se los enseñó a Benavent, a quien conocía «de algunos actos». «Yo era responsable de la comunidad árabe en Valencia y acudía a actos que hacía la Administración de la Generalitat y también en la ciudad y coincidía a veces con él», ha señalado.

«Se los enseñé a él para saber su opinión y me dijo que podían ser falsos, le quitó importancia al asunto y se los quedó. Y así se quedó la cosa. No sé si eran una fotocopia o los papeles originales», ha señalado. «Yo en ese momento no sabía la casa a quién había pertenecido, me lo comentaron luego», ha añadido.

Igualmente, ha indicado que transcurridos unos años, en 2016, llamó Benavent y le pidió los papeles originales que había hallado en el piso. «Acudí a verle a la Puerta del Mar, en la Plaza Tetuán, y él me habló de más documentos. Yo le dije que desconocía de lo que me hablaba y que lo que había encontrado en la vivienda era lo que ya le había dado en su momento», ha aseverado.

Respecto al motivo por el que no llevó los papeles a la Policía o se los entregó al ex director general de Policía Juan Cotino, a quien también conocía «de los actos» públicos, ha dicho que porque se los enseñó a Benavent y «se quedó así», ha agregado el testigo.

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