Cama vacía de un hospitalFreepick

Un valenciano sufre un paro cardíaco en México y le exigen 8.000 euros diarios para su atención médica

La familia, que no puede hacer frente al coste del tratamiento, ha iniciado una recogida de fondos ante la falta de interés de la Embajada española

Una familia de la localidad valenciana de Alzira ha hecho un llamamiento para sufragar los 8.000 euros diarios que le exige un hospital privado de Cancún para sufragar la asistencia médica de Adrián, quien permanece ingresado en coma después de haber sufrido una parada cardiorrespiratoria tras un corte de digestión.

Adrián se encontraba de viaje de novios en México junto a su mujer, Sofía, sanitaria de profesión, y su hijo de 9 años. En un momento dado, mientras se bañaba en la piscina del hotel donde se alojaban, el hombre padeció un corte de digestión y, como consecuencia de ello, sufrió un ahogamiento, por lo que entró en parada cardiorrespiratoria.

Así lo ha relatado a Europa Press Marta, cuñada de la víctima, que añade que, «afortunadamente, los medios sanitarios pudieron reanimarle, pero desde entonces Adrián se encuentra ingresado en la UCI de un hospital privado de Cancún en estado muy crítico, con el 80 por ciento de los pulmones encharcados».

A pesar de esta situación, hace unos días el seguro médico les comunicó que ya no se hacían cargo del ingreso en la UCI al haber superado el límite de 20.000 euros que tenían contratado y que, por lo tanto, la pareja tenía que asumir los gastos sanitarios a partir de este mismo miércoles. Este hecho implica, según advierte la familia, «un gasto diario de 8.000 euros», un coste muy alto que no pueden asumir.

Desde el centro sanitario han ofrecido trasladar a Adrián a un hospital público del país, pero la familia subraya que, en el estado «crítico» en el que se encuentra, esa opción significaría «casi una sentencia de muerte». Por ello, reconocen que se sienten «desesperados». «Nadie nos ayuda», lamenta Marta.

La familia de la víctima ha contactado con la Embajada española en México, aunque lamentan que no les han ofrecido «muchas soluciones». Por este motivo, han iniciado una campaña de recogida de fondos y otra de difusión en redes sociales para contar su historia y alcanzar «el máximo alcance». «Toda ayuda es poca», subrayan.