Joan Baldoví, valorando los resultados de las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023

Joan Baldoví, valorando los resultados de las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023Europa Press / Carlos Luján

El papel clave de los Comunes deja a Compromís en el vagón de cola de los partidos regionales de izquierdas

Mientras la formación de Ada Colau puede entrar en el eventual Govern o Geroa Bai sigue en el Ejecutivo de Navarra, los valencianos se encuentran fuera del poder y no lideran la oposición, estando también lejos de organizaciones como Más Madrid o el BNG

Las elecciones autonómicas celebradas el pasado domingo en Cataluña no solo han dejado consecuencias en la gobernabilidad de la región y del conjunto de España, sino que también hay determinados sectores políticos que han de sacar conclusiones tras un profundo análisis de los resultados. Uno de ellos es el de los partidos regionales de izquierdas y, en especial, Compromís, ya que a falta de los comicios europeos las últimas llamadas a las urnas no le han dejado, precisamente, en buen lugar.

Empezando por las últimas, las catalanas, aunque el tropezón tanto de Esquerra Republicana como de los Comunes ha sido notable, la aritmética parlamentaria les coloca en una posición clave a la hora de conformar el próximo Govern, un aspecto alejado de la situación de Compromís, que arrastra la pérdida de poder, de porcentaje y cantidad de votos y de escaños, lo que ha derivado en un papel secundario en la oposición en las Cortes Valencianas.

En abril, las elecciones en el País Vasco supusieron un auge sin precedentes de apoyo a EH Bildu, llevándole, incluso, a disputarles la victoria al PNV y a su hegemonía. Por tanto, y aunque no consiguieron vencer a los de Andoni Ortuzar, el escrutinio sí dejó entrever un cambio de tendencia en la región hacia posiciones nacionalistas e independentistas de izquierdas. Todo lo contrario sucedió hace prácticamente un año en la Comunidad Valenciana, donde los de Baldoví (junto al PSPV-PSOE y Unidas Podemos) cedieron el paso al bloque de centro derecha del Partido Popular y Vox.

El BNG, un «espejo»

Los primeros comicios de 2024 fueron en Galicia. Allí, el candidato del PP, Alfonso Rueda, cosechó una nueva mayoría absoluta, la quinta consecutiva tras las cuatro de Alberto Núñez Feijóo, aunque la sorpresa mayúscula la dio el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que pasó de 19 escaños a 25, un hito tal para la formación que hasta el propio líder de Compromís reconoció que era «el espejo» en el que mirarse. En Galicia, el BNG no solo dejó al PSOE a 16 asientos de distancia, sino que se ha consolidado como la única alternativa a los 'populares'. En Valencia, en cambio, ese hecho se antoja como utópico a día de hoy y hasta en el medio plazo.

Pero los resultados de los procesos celebrados en lo que va de año no son aislados ni anecdóticos. En las elecciones autonómicas de 2023 ya se pudo apreciar la tendencia de que, a pesar de que en general los partidos autonómicos de izquierdas sufrían caídas, algunos lograban mantener el poder y otros no, pero sí una cierta relevancia. Entre los primeros está Geroa Bai, que en Navarra revalidó siete de las nueve actas que tenía y sigue integrando el Gobierno que preside la socialista María Chivite, un tripartito que Compromís no supo capitalizar en la Comunidad.

El portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas, Joan Baldoví, en la Cámara autonómica

El portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas, Joan Baldoví, en la Cámara autonómicaCortes Valencianas

Además, en Navarra Bildu también aumentó su presencia en el parlamento regional en un representante, llegando hasta los nueve. En los segundos se encuadra el Más Madrid de Mónica García que no pudo evitar la mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso, pero conservó el liderazgo de la oposición.

Respecto a Cantabria, la 'popular' María José Saénz de Buruaga gobierna en solitario gracias a sus buenos resultados el pasado 28 de mayo y a la debacle de la candidatura encabezada por Miguel Ángel Revilla. En este caso, el Partido Regionalista de Cantabria fue destronado y pasó a la oposición, pero consiguió amarrar la segunda plaza y la lidera por delante del PSOE.

En comparación con la Compromís, sus últimos datos y el sinfín de líos internos le hacen imposible pelear por la segunda plaza a pesar de que el nivel de conocimiento social de Baldoví es exponencialmente mayor que el que tiene la líder del PSPV, la ministra Diana Morant. Mónica Oltra quizás, pero el actual portavoz en las Cortes no moviliza tanto como Revilla.

Finalmente, podría haber dos contextos con los que los nacionalistas valencianos podrían compararse como forma de consuelo. Uno sería el de la Chunta Aragonesista, que salió en 2023 del Ejecutivo de Aragón, o el de Més per Mallorca, que sufrió el mismo destino con el Gabinete liderado por Francina Armegol en Baleares. Por último, aunque sin duda peor de cara a las aspiraciones políticas e institucionales de Compromís, está Adelante Andalucía, un partido en clara descomposición y cuya representación es residual.

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