Así actúa la Guardia Civil ante un atentado yihadista en España
La Benemérita ha realizado un simulacro en el Puerto de Alicante, donde se ha demostrado la rápida actuación del Cuerpo ante este tipo de emergencias
Alicante ha sido el escenario de un complejo y detallado simulacro de ataque terrorista en el marco del Ejercicio de Seguridad Marítima MARSEC-24. La operación, que ha involucrado a la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil y la Armada, tiene como objetivo principal verificar la eficacia de los protocolos interinstitucionales en respuesta a una amenaza yihadista dentro del entorno marítimo y portuario.
El ejercicio, realizado a bordo de un barco pesquero simulado por el patrullero de la Armada PVZ Toralla, plantea un escenario en el que una célula terrorista intenta perpetrar un atentado con coche bomba en el Puerto de Alicante. Este tipo de simulacros son esenciales para afianzar las relaciones de planeamiento, coordinación y colaboración entre la Guardia Civil y la Armada, permitiendo sincronizar diversos planes específicos de actuación entre las instituciones competentes, incluyendo a la Autoridad Portuaria de Alicante.
El operativo se activa cuando la Guardia Civil solicita apoyo a la Armada a través del Centro de Operaciones y Vigilancia Marítima (COVAM). La respuesta es inmediata: la UEI de la Guardia Civil embarca en el Buque de Acción Marítima (BAM) de la Armada «Relámpago». Este se despliega rápidamente para localizar e interceptar al barco pesquero.
Asalto y neutralización de explosivos
Una vez identificado el objetivo, se lleva a cabo el asalto empleando las dos embarcaciones. La UEI ejecuta una operación precisa y eficiente, deteniendo a la célula terrorista y trasladándola al BAM para su custodia. Este proceso es supervisado utilizando los avanzados medios optrónicos, que son fundamentales para sus misiones de vigilancia y seguridad marítima.
Simultáneamente a la operación en alta mar, la Guardia Civil detecta un vehículo sospechoso de portar explosivos en el puerto de Alicante. Inmediatamente, el Grupo de Desactivación de Explosivos (GEDEX) es activado para neutralizar la amenaza. Este grupo cuenta con el apoyo del GEAS, que utiliza un dron subacuático para inspeccionar el muelle donde se encuentra el vehículo.
Además, el Servicio Cinológico y el Laboratorio de Criminalística son desplegados para garantizar la seguridad del puerto. La USECIC, equipada con un dron, realiza vuelos de reconocimiento sobre las instalaciones portuarias para descartar otras posibles amenazas, demostrando la capacidad de respuesta integral de la Guardia Civil.
Con la célula terrorista detenida y el vehículo con explosivos neutralizado, el BAM Relámpago pone rumbo al Puerto de Alicante. A su llegada, la patrullera Rio Oja del Servicio Marítimo de la Guardia Civil establece un dispositivo de seguridad para el desembarco de los detenidos, que son trasladados a las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante para su custodia y posterior investigación.
Preparación y eficiencia
El éxito del ejercicio MARSEC-24 radica en la efectiva coordinación y cooperación entre diversas entidades. La Comandancia Naval y la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante lideraron el operativo, con la colaboración crucial de la Autoridad Portuaria de Alicante. Además, entidades como la Policía Portuaria de Alicante y la empresa concesionaria TMS han jugado roles esenciales para asegurar que todas las partes estuvieran alineadas y preparadas para responder a una amenaza real.
El simulacro realizado en Alicante no solo ha puesto a prueba los protocolos de actuación conjunta, sino que también demuestra la capacidad de respuesta rápida y eficiente de las fuerzas de seguridad españolas frente a una amenaza yihadista. Ejercicios como este son fundamentales para mantener y mejorar la seguridad marítima y portuaria, asegurando que, en caso de una amenaza real, las instituciones involucradas puedan actuar de manera coordinada y efectiva para proteger a la población y los intereses nacionales.
La operación ha sido un claro ejemplo de cómo la planificación detallada, la formación rigurosa y la cooperación interinstitucional pueden conjugarse para enfrentar desafíos complejos y garantizar la seguridad en un entorno tan crítico como el marítimo y portuario.