Qué son los «dinerillos» valencianos, la moneda que más tiempo estuvo en curso en la región

Hace unos días se detuvo a una pareja con un detector de metales en el acueducto de los Arcos de Alpuente. La Policía les requisó el detector de metales, una azada, una herradura metálica y una llave de grifo metálica. Se les acusa de un presunto delito contra el patrimonio histórico además de por hurto, según ha comunicado la Generalitat Valenciana en una nota de prensa. Lo curioso de esto, es que tras la detención de los individuos, uno de ellos entregó 25 «dinerillos valencianos». Pero, ¿de qué tipo de divisas se trataba?

Estos «dinerillos» llegaron a la tierra valenciana tras la conquista cristiana por Jaime I en 1238. Una de las primeras medidas que el conquistador llevó a cabo fue la creación de una moneda propia para el Reino de Valencia. En el año 1247 se emitieron las primeras monedas que eran conformadas por una combinación de cobre y plata. Este acto del rey marcó el inicio de una larga historia de acuñación de efectivo en el Reino de Valencia.

Esta divisa se acabó convirtiendo en un instrumento clave para la economía y el comercio de la región. Sin embargo, su circulación llegó a su fin tras más de 400 años de historia con la desaparición del Reino de Valencia y la pérdida de sus fueros por el Decreto de Nueva Planta del rey Felipe V.

Antes de la acuñación de la moneda por parte de Jaime I, la economía valenciana se movía a través de una «moneda jaquesa» que pertenecía al Reino de Aragón. Cabe destacar que también usaban otras diferentes como las melgaresas, tornesas, barcelonesas, castellanas, genovesas y mazmuínas musulmanas, aunque se usaban en menor cantidad.

En algunas de estas no consta el año de fabricación, aunque, se puede saber a qué fecha pertenece porque aparece el nombre del Rey del periodo en el que se produjo la creación de la pieza.

En sus inicios, esta divisa contaba con un 24 % de plata, lo que la convertía en un elemento realmente valioso. Es en este momento cuando se le conocía como Real de Valencia o «diner de vellón». No obstante, con el paso del tiempo, esa composición que la hacía tan preciada se fue reduciendo y perdiendo su cotización hasta convertirse en «dinerillo», con tan solo un 3 % de plata en su composición.

Los inicios de las falsificaciones

Con el tiempo, la calidad de las acuñaciones se fue deteriorando lo que propició la falsificación de la moneda. Esto supuso un gran problema, ya que circulaban grandes cantidades fraudulentas de la divisa y las autoridades trataron de frenar este problema sin éxito, explica José Ramón Vicente, un especialista en el tema, en su blog especializado en numismática.

Como ya se ha mencionado previamente, la moneda se depreció a lo largo del tiempo por la pérdida de su composición de plata. Sin embargo, aún se conservan algunas de las primeras creaciones, que adquieren hoy en día un valor de unos 600 euros aproximadamente, mientras que las menos antiguas cuestan unos cuatro euros por pieza, según ha podido encontrar El Debate en algunos foros especializados.