La ministra de Ciencia y líder del PSPV, Diana Morant, el pasado julio, en ValenciaJorge Gil / Europa Press

Desalojo del PSOE de la alcaldía

El pacto de Compromís con una edil del PP en Sueca desata la guerra en la izquierda valenciana

La peculiar alianza que ha dejado al ya exregidor Dimas Vázquez sin su bastón de mando ha sido tildada de «vergüenza política» por Diana Morant, quien llama a los nacionalistas a reunirse para evitar nuevos episodios similares

el PSPV-PSOE y Compromís están llamados a entenderse si quieren constituir una opción de cambio frente a la mayoría del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. Asimismo, a las dos principales fuerzas de izquierdas en la región no les queda otra que ir de la mano para encontrar opciones reales de Gobierno en Valencia, Alicante, Castellón, Elche y otras de las principales ciudades de la Comunidad Valenciana que cuentan con alcaldes del Partido Popular. La situación en estos momentos es, sin embargo, bien distinta, con un extraño episodio en Sueca que ha desatado una guerra entre socialistas y nacionalistas.

Se trata de la alianza entre los nacionalistas y una edil del PP que ha permitido desalojar al ya exregidor socialista Dimas Vázquez del Consistorio a través de una moción de censura que ha contado también con el apoyo de Sueca per Davant y ha prosperado este miércoles por 11 votos frente a diez y le ha dado la alcaldía a Julián Vázquez, un miembro de esta formación local. Unos hechos que han sido tildados por la ministra de Ciencia y líder del PSPV-PSOE, Diana Morant, como una «operación política» y una «vergüenza política» por parte del partido cuya cara más visible es la de Joan Baldoví.

Morant ha sido muy dura contra Compromís durante unas declaraciones realizadas ante los medios de comunicación en Gandía, su ciudad natal, este jueves. Para la titular de la Cartera de Ciencia, Innovación y Universidades en el Gobierno de Pedro Sánchez, no tiene sentido que «donde había un alcalde socialista que había sido la lista más votada» en las pasadas elecciones municipales, se haya desarrollado una «operación política para quitar al alcalde que ha decidido la ciudadanía» y que haya dado el poder a una formación «apoyada por Compromís». «No se entiende», ha señalado, en palabras recogidas por Europa Press.

Compromís, ha dicho, «tendrá que explicar por qué va en contra de la voluntad del pueblo y por qué cambia a un alcalde socialista» por uno «que no comparte los valores progresistas que tendríamos que compartir Compromís y los socialistas». «Cómo es posible que en una ciudad como Sueca, que históricamente vota progresismo mayoritariamente», Compromís «le quite la alcaldía a quien ha ganado las elecciones y se la dé a una fuerza no progresista», ha abundado una Morant sobre un conflicto que espera que no se recrudezca.

Y es que, de cara a unos futuros comicios en los que es previsible que ella sea la candidata para tratar de desbancar a los 'populares' de la Generalitat y donde el PSPV, con Podemos desaparecido del mapa, podría necesitar pactos con la federación nacionalista para gobernar en numerosos consistorios si se dan las condiciones necesarias, como ha venido ocurriendo en el pasado, como en el caso del anterior equipo de gobierno autonómico, liderado por el socialista Ximo Puig. También, a la inversa, en ayuntamientos como el de la capital levantina, donde el nacionalista Joan Ribó ostentaba la vara de mando gracias al apoyo de los socialistas.

Peligroso precedente

Cuando se le ha cuestionado si el episodio de Sueca podría tener algún tipo de consecuencia o repercusión en otras localidades de la Comunidad Valenciana, la secretaria general del PSPV-PSOE ha indicado que son situaciones que se producen «de manera municipal», aunque ha instado a Compromís a «abrir una reflexión» y dar cuentas tras lo ocurrido, ya que, a su entender, ha ido «en contra de la voluntad ciudadana».

La líder socialista valenciana busca que el fuego no se extienda y ha llamado a los nacionalistas a «sentarse» para establecer un diálogo y «cerrar un acuerdo» para que «estas cosas no vuelvan a pasar ni en Sueca ni en ningún otro sitio», en un peligroso precedente para sus intereses y en un momento en el que a ella también le han llovido críticas desde el otro lado por su trágala a la financiación singular de Cataluña.