¿Son venenosas las medusas «huevo frito» que están llegando a algunas playas valencianas?

Últimamente, varias playas de la Comunidad Valenciana han visto cómo aparecen unas medusas conocidas como «huevo frito». Su nombre se debe a que su forma se parece mucho a este típico plato, y, aunque mucha gente se preocupa y las saca del agua, los expertos aseguran que no hay por qué alarmarse. Estas medusas, que pertenecen a la especie Cotylorhiza tuberculata, son totalmente inofensivas para los humanos.

El colectivo Agenda 21 de Oliva, que está muy atento a lo que pasa en las playas, ha explicado que la aparición de estos animales se debe a los temporales recientes que los han empujado hacia la orilla.

Sin embargo, aclara que esto es algo normal y que estas medusas están en su hábitat natural. Incluso, advierte que no deberíamos sacarlas del agua, ya que allí es donde pueden vivir y cumplir su función de filtrar el agua, lo que es beneficioso para el mar.

Las «huevo frito» pueden llegar a medir hasta 15 centímetros de diámetro, aunque algunas más grandes han alcanzado los 25 centímetros. Su estructura es suave y está rodeada de pequeños tentáculos morados, dispuestos en forma de círculo.

Además, tienen unos lóbulos marginales alargados y algunos apéndices más cortos que terminan en forma de disco. A veces, forman enormes enjambres que pueden extenderse por kilómetros y suelen aparecer junto a pequeños peces.

Aunque tienen tentáculos, sus picaduras no son peligrosas para las personas y no causan urticarias graves. Aun así, hay quienes siguen sacándolas del agua por desconocimiento, lo que provoca que mueran en la arena.

Ante esto, algunos vecinos de la localidad valenciana de Oliva han propuesto que se haga un catálogo o guía para que los bañistas puedan identificar qué especies de medusas son peligrosas y cuáles no, y así evitar que las inofensivas «huevo frito» terminen fuera del agua sin necesidad.

Por tanto, no hay que preocuparse por estas medusas que están llegando a las playas valencianas. No son venenosas y, de hecho, son una parte importante del ecosistema marino, por lo que lo mejor es dejarlas en el agua y no interferir con su vida natural.