Imagen de archivo de un encierro infantilAyuntamiento de Mataelpino

La izquierda valenciana rabia por un encierro infantil simulado con carretillas

Mientras Compromís habla de que Valencia se convierte en «capital del ridículo» por «enseñar que el maltrato animal es algo positivo», el PSPV-PSOE tilda el evento de «caricatura»

Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia, Compromís y PSPV-PSOE, han advertido que el encierro taurino infantil simulado de este domingo en el distrito de Ciutat Vella convertirá a la ciudad en «capital del ridículo» y en una «caricatura», mientras el Partido Popular ha restado importancia a la actividad al afirmar que «son carretillas, nada más».

Así han valorado, a preguntas de los periodistas antes del Pleno municipal de septiembre, el encierro infantil que tendrá lugar este domingo 29 a mediodía en la plaza San Vicente Ferrer viejo de Ciutat Vella. Un evento que fue impulsado en su día por el exvicepresidente primero y exconsejero de Cultura, el extorero Vicente Barrera (Vox), como vecino del distrito.

La portavoz de Compromís, Papi Robles, ha instado a la alcaldesa, la 'popular' María José Catalá, a elegir si Valencia es una «capital del ridículo» o una «capital de los derechos infantiles», ya que considera que el encierro «enseña a los niños que el maltrato animal es algo positivo». Ante esta situación, ha avanzado que su grupo trasladará su malestar «en la calle de la mano de los vecinos» para «volver a demostrar que estas actividades no tienen cabida» en a ciudad: «¿Os imagináis el Carmen lleno de toros con niños por delante? Es el camino que se está dibujando y que Catalá está facilitando», ha advertido.

«Preocupación» de la ONU

La concejal de Compromís y exedil de Bienestar Animal, Glòria Tello, ha añadido que su formación presentó denuncias ante el Síndic de Greuges y la ONU y están a la espera de su resolución: «Tenemos conocimiento de que la ONU está mirando el tema con mucha preocupación y puede trasladar su rechazo al Gobierno para que aplique sanciones», ha asegurado, a la par que ha afeado al equipo de gobierno que el sábado «repita la Feria Animalista» impulsada por el anterior Ejecutivo y el domingo lleve a cabo el encierro infantil.

Por parte del PSPV-PSOE, su portavoz, Borja Sanjuán, ha indicado que el encierro infantil es una «caricatura» de «la Valencia real», en la que ha defendido que se prohibieron prácticas como el bou embolat para «apremiar» a otros municipios a que siguieran el mismo camino: «Ahora sucede lo contrario: hay una persona que por su ego personal organiza un encierro para inculcar a los niños la cultura del maltrato animal», ha denunciado apuntando a Barrera.

«Son carretillas, nada más»

Además, ha sostenido que «la mayoría de personas de Valencia, incluso las que votan al PP, no pueden ver el maltrato animal de forma divertida». «Valencia es bastante mejor que eso», ha constatado, y ha ligado este encierro infantil con «otras cosas» como cuando se tocó el Novio de la muerte en la inauguración de la Gran Feria de Julio o se programó un concierto de Bertín Osborne en este evento.

Es por eso que ha recordado que los socialistas pidieron al Defensor del Menor que tomara cartas en el asunto, al considerar que el encierro de este domingo contraviene la Ley de Infancia «con dinero público». Entre los grupos del Gobierno municipal, el síndico del PP, Juan Carlos Caballero, ha restado importancia a las críticas de Compromís y PSPV-PSOE porque «no piden que no se emitan (en televisión) los encierros de verdad en los que participan toros y animales».

«Estamos hablando de carretillas, nada más», ha recalcado respecto al encierro de este domingo. Y ha aprovechado para criticar que «en ayuntamientos como Granollers (Barcelona) se financian talleres en los que se enseñan a niños a tirar cócteles molotov contra la policía».

Por su parte, el portavoz municipal de Vox, Juanma Badenas, se ha limitado a afirmar que los grupos de la oposición «están en su derecho de llevar (el encierro infantil) adonde consideren oportuno», además de subrayar que «los tribunales están para eso». «Pero me parece que no tienen ningún fundamento», ha zanjado.