El teniente coronel Molpeceres, encargado de reclutamiento de la Delegación de Defensa de la Comunidad ValencianaDaniel Martín

La Delegación de Defensa de la Comunidad Valenciana desde dentro: «Hay un 'efecto Leonor'»

En el antiguo convento de san Juan de Ribera, en Valencia, se encuentra el cuartel encargado de personal, patrimonio y reclutamiento militar de la región

Ubicado en el número 28 del Paseo de la Alameda de Valencia se encontraba el antiguo convento de san Juan de Ribera, edificado en 1898. El edificio más tarde se destinó a la armada de caballería y hoy en día alberga la Delegación de Defensa de la Comunidad Valenciana.

El comandante Ángel García Solaz, responsable de Relaciones Institucionales y Comunicación Pública de la Secretaría General de la Delegación de Defensa, recibe a un reducido grupo de medios, incluido El Debate, para enseñarles por dentro el trabajo que allí se realiza con el objetivo de acercar a la ciudadanía la labor de los militares. García Solaz explica que en este complejo militar de la capital levantina se dedican a las áreas de personal, patrimonio y reclutamiento.

Por sus oficinas de registro, explica, «pasan 3.000 personas al año» y en el edificio hay personal de todo tipo, desde el civil al médico. Su labor en materia de personal es muy variada. El comandante detalla que mantienen una estrecha relación con el Sepe y que «salvo en procesos selectivos, requerimos a los servicios públicos de empleo».

Fachada de la Delegación de Defensa de la Comunidad ValencianaD. M.

«Somos muy rigurosos en los requisitos de selección», apunta. Por allí se tramitan los relevos, la situación de impasse en la que se encuentran aquellos militares pendientes de asignación de destino, la gestión de los reservistas de especial disponibilidad, los trámites de las viudas y ayudas, en general, «para cualquier vicisitud». «¿A quién piden las cosas? A nosotros, aquí», resume García Solaz.

No queremos rambosTeniente coronel MolpeceresEncargado de reclutamiento de la D. de Defensa de la C.V.

El teniente coronel Ignacio Molpeceres es el encargado de reclutamiento de la Delegación de Defensa valenciana y sintetiza su trabajo diario de esta manera: «Recibo a los aspirantes de tropa y los despido». Sin embargo, tras esa breve frase se esconde todo un mundo. Molpeceres precisa que en este complejo valenciano «se hacen los exámenes de quienes quieren entrar en las Fuerzas Armadas, pero solo tropa. Los exámenes de oficiales y suboficiales se hacen en Madrid y el resto en las provincias. Aquí hacemos los de Valencia, Castellón y Cuenca. Alicante tiene el suyo propio».

Estas pruebas, indica, cuentan con varias fases, tales como la presentación de méritos, y varios exámenes en sí que, precisa, «los hacemos con un programa informático, con unos servidores en Madrid, y son los mismos para toda España». «No usamos papel. Cuando le dan a 'finalizar', nos mandan desde Madrid las notas», señala en un momento en el que recientemente se tuvieron que suspender los exámenes para acceder a la Guardia Civil por un fallo en el proceso selectivo.

Uno de los exámenes es «el mal llamado psicotécnico», apostilla el teniente coronel, que explica que consiste en pruebas de «capacidad verbal, visual, razonamiento abstracto, memoria, etc., que miden capacidades». Después los aspirantes deben realizar pruebas físicas y un reconocimiento médico en el que «ahí sí que se miran ciertos parámetros psíquicos para que no entre gente... En fin. Trabajamos con armamento, no queremos rambos», apuntala Molpeceres haciendo alusión al mítico personaje cinematográfico encarnado por el actor Sylvester Stallone.

Artillería, en la entrada de la Delegación de Defensa de la Comunidad ValencianaD. M.

Cuestionado sobre el estado de la vocación para servir a España desde las Fuerzas Armadas, el teniente coronel afirma que «con la situación económica varía la vocación, se presenta más gente cuando la economía va mal». Y es que, como recuerda, «el sueldo del soldado es muy bajo». Los aspirantes pueden solicitar hasta diez destinos en los tres cuerpos y se les asigna por notas. En este sentido, «las notas de corte más altas son las del Ejército del Aire».

Pero, ¿qué requisitos deben aunar los aspirantes? Principalmente, tener entre 18 y 28 años, no tener antecedentes penales, tener la ESO y no llevar tatuajes ofensivos contra las Fuerzas Armadas o la Constitución Española, aunque sí que se permiten tatuajes de otro tipo. Anualmente se presentan en España entre 14.000 y 19.000 personas para un total de 8.000 plazas, cada vez más mujeres.

Las aspirantes están en torno al 20 % e ingresa aproximadamente el 13 %. «Han aumentado en los últimos años. Hay un 'efecto Leonor', dicho por la dirección general de enseñanza», matiza el teniente coronel Molpeceres, en alusión a la Princesa de Asturias, quien completará su formación militar en el curso 2025/2026. La presencia femenina se da más en unas especialidades más que en otras. «En algunas llegan al 60 % de aspirantes, como en el cuerpo jurídico, aunque en cuerpos operativos de los ejércitos hay menos mujeres», apuntala Molpeceres.

Respecto al nivel de estudios de aquellos que intentan entrar en la tropa, el teniente coronel narra que «hay gente que llega con la ESO 'pelada', pero la mayoría tiene el Bachillerato o Formación Profesional. También hay gente con grado universitario, que vienen con la idea de ser oficiales o suboficiales. El carnet de conducir también se valora».

Cuaderno de bitácora elaborado por alumnos para conmemorar el V Centenario de la Primera Vuelta al MundoD. M.

Ya en el área de patrimonio, el teniente coronel José Antonio Ijalba repasa algunas de las 310 propiedades del Ministerio de Defensa en la Comunidad Valenciana y, especialmente, en Valencia, donde destaca, por ejemplo el Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad (CGTAD), a disposición de la OTAN, en Bétera. Y zanja: «Valencia es una plaza importante en este sentido»

Del papel social a la defensa de España

La ruta por las entrañas de la Delegación de Defensa continúa en un pasillo en el que se evidencia ese contacto con la sociedad civil de la que se enorgullecen estos uniformados. De sus paredes cuelgan desde camisetas de todos los equipos de fútbol de la comunidad autónoma dentro de un proyecto social –«es la primera vez que se consigue juntar a todos», presume García Solaz– hasta recuerdos de iniciativas con centros educativos.

El delegado de Defensa de la Comunidad Valenciana y la delegada del GobiernoMinisterio de Política Territorial y Memoria Democrática

Uno de ellos, en el que alumnos elaboraron cinco cuadernos de bitácora para conmemorar el V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo y que recorrieron los mismos lugares que Juan Sebastián Elcano, les sirvió para ganar el Premio Ángel Herrera a la Innovación Pedagógica y Didáctica de la CEU UCH. El próximo paso dentro de estos planes, el lanzamiento de un cohete junto a alumnos de la Universidad Politécnica de Valencia

La visita finaliza con un encuentro con el delegado de Defensa de la Comunidad Valenciana, el coronel Ángel José Adán García, quien recuerda que «las Fuerzas Armadas está formada por ciudadanos y nuestra misión es servir a toda la sociedad». «Nosotros, básicamente, hacemos lo que los ciudadanos necesitan. No hay que volverse a la covid. También a la participación en catástrofes y en la ayuda diaria de la población. Pero, sobre todo, no olvidando nuestra misión fundamental, que es la defensa militar de España», concluye.