Daniel Cuesta, uno de los dos aficionados del Valencia retenidos en Singapur, en el hotel de Peter LimRedes Sociales

Retienen a dos aficionados del Valencia en Singapur por poner una pegatina contra Lim en uno de sus hoteles

La pareja, que está en el país asiático celebrando su luna de miel, no sabe de qué se le acusa y declarará este martes ante la Policía

Dos aficionados del Valencia Club de Fútbol se encuentran retenidos en Singapur por, supuestamente y lo que apuntan las primeras informaciones, haber puesto una pegatina en contra del dueño del club, Peter Lim, en un hotel propiedad suya mientras estaban en el país asiático para disfrutar de su luna de miel.

En concreto, el adhesivo en cuestión lleva el famoso y extendido entre la afición che lema contra el magnate singapurense, Lim, Go Home (Lim, Vete a Casa, en inglés) y el mismo seguidor cuelga un vídeo mostrando cómo lo pega en una de las puertas de inmueble. Además, uno de los retenidos, Daniel Cuesta, ha posado con una pancarta con las mismas palabras en la entrada al complejo. Esa foto la subió a sus perfiles de redes sociales, aludiendo a que su responsable es el empresario y asegurando que el hotel es «muy feo».

Tras ello, tanto a Cuesta como su pareja se les obligó el pasado viernes a entregar sus pasaportes a instancias de las autoridades de país, según ha avanzado el programa Tribuna Deportiva. Su director, Héctor Gómez, asegura que los valencianistas no conocen todavía de qué se les acusa y que ambos declararán ante la Policía este mismo martes. Igualmente, apunta que el Consulado de España les ha indicado que la denuncia que ha derivado en estos hechos pudo haberse interpuesto por terceros, aunque los retenidos temen que haya sido por el propio Lim o «alguien de su entorno».

Por su parte, El Confidencial añade que los dos fueron bloqueados en el aeropuerto de Singapur minutos antes de coger un vuelo con destino Bali para continuar con su viaje de novios, pero se les trasladó de vuelta al hotel en el que se alojaban y allí se les dejó sin la documentación. El digital también subraya que todos los gastos están corriendo a cuenta de los españoles.

Del mismo modo, recuerda que en 2015 dos jóvenes fueron condenados después de presentar una orden de detención internacional a nueve meses de cárcel y a tres azotes por entrar en una propiedad privada y pintar un grafiti en un vagón de tren. Cinco años antes, en 2010 fueron siete meses de prisión y tres azotes la pena que recayó sobre un suizo por realizar una pintada.