Detalle de la fachada de la basílica de Santa María de Alicantebasilicaalicante.com

Historia valenciana

Así es la Basílica de Santa María, la iglesia más antigua de Alicante

Construida sobre una antigua mezquita, este Bien de Interés Cultural ha sido testigo de siglos de historia y objeto de leyendas que hacen de la edificación un lugar de interés religioso, arquitectónico y cultural

La Basílica de Santa María, la iglesia más antigua de Alicante, no solo es un imponente edificio religioso, sino también un monumento que ha sido testigo de la transformación de la ciudad a lo largo de los siglos. Ubicada en el corazón del casco antiguo, su historia comienza en el siglo XIV, cuando fue construida sobre los restos de la antigua mezquita mayor tras la Reconquista. Hoy en día, es uno de los principales exponentes del gótico valenciano y un símbolo indiscutible del patrimonio cultural alicantino.

El terreno donde se alza la Basílica fue, durante el dominio musulmán, el lugar de la mezquita mayor de Alicante. Con la Reconquista, el templo islámico fue reemplazado por la iglesia de Santa María, un proyecto que se extendió a lo largo de varios siglos, desde el XIV hasta el XVI. La edificación refleja una combinación única de estilos arquitectónicos que, si bien tiene una base gótica, también incorpora elementos barrocos añadidos en el siglo XVIII, como su majestuosa fachada.

Esta mezcla de estilos es una de las características más distintivas de este templo cristiano. Su estructura gótica se ve en sus bóvedas de crucería y en la imponente nave central, mientras que la fachada barroca, coronada por una escultura de la Virgen María y flanqueada por dos torres asimétricas, ofrece una visión del arte religioso de la época. La puerta de entrada, tallada en alabastro, es otro de los grandes atractivos, mostrando la destreza artística de los escultores que participaron en su construcción.

Leyendas y misterios

Como muchos edificios históricos, la Basílica de Santa María está envuelta en leyendas y misterios que han sobrevivido al paso del tiempo. Uno de los elementos más curiosos es la llamada «Cara del Moro», una figura tallada en una de las paredes exteriores del templo. Según la tradición popular, la figura representa a un líder musulmán condenado a quedar petrificado en la piedra como castigo por su blasfemia. Aunque no hay pruebas que respalden esta leyenda, la «Cara del Moro» sigue siendo motivo de fascinación para los visitantes.

Fachada de la Basílica de Santa Maríabasilicaalicante.com

Otra de las historias más recordadas es el incendio que sufrió la iglesia en 1484, que destruyó gran parte del altar mayor, la sillería del coro y el órgano. Sin embargo, uno de los milagros más célebres vinculados a la Basílica ocurrió durante este incendio: tras las llamas, se descubrió que un cofre que contenía hostias sacramentadas había quedado intacto. Este hecho fue interpretado como un milagro, y en su memoria se instauró la festividad del Santísimo Sacramento.

Tesoros artísticos

El interior de la Basílica alberga verdaderas joyas del arte religioso. Uno de los elementos más destacados es el retablo mayor, una obra rococó dedicada a la Asunción de la Virgen María. Aunque algunas de las tablas originales del retablo fueron destruidas en el incendio del siglo XV, otras fueron recuperadas y hoy forman parte de las colecciones del Museo del Prado y del Museo de Bellas Artes Gravina de Alicante.

Altar de la Basílica de Santa Maríabasilicaalicante.com

Además, la iglesia cuenta con varias capillas que, cada una con su propio encanto, contribuyen a la riqueza del conjunto. Entre ellas destacan la Capilla del Bautismo, con una pila bautismal del siglo XVI, y la Capilla de la Comunión. También merece especial mención el órgano barroco valenciano, una auténtica reliquia del siglo XVII que sigue siendo utilizado en celebraciones litúrgicas.

Un lugar de fe y cultura

La Basílica de Santa María no es solo un espacio de culto, sino también un lugar de encuentro cultural e histórico. Desde febrero de 2023, el templo ha implementado un servicio de visitas guiadas que permite a los asistentes explorar rincones ocultos del edificio, como la Sala Capitular, donde se conserva una magnífica puerta barroca de piedra. Las visitas incluyen tanto las áreas abiertas al público como espacios habitualmente cerrados, ofreciendo una experiencia más completa de este Bien de Interés Cultural.

Con su arquitectura, historia y leyendas, este templo es un testimonio vivo de la evolución de Alicante y un reflejo de su rico patrimonio religioso. La basílica es un punto de referencia imprescindible, no solo por su belleza, sino por todo lo que simboliza en la historia y cultura de Alicante.