Comunidad Valenciana
Morant no logra desterrar del PSPV a la 'familia' política ligada a Ábalos
Salvo sorpresa mayúscula, Alejandro Soler revalidará su cargo como secretario general de los socialistas en Alicante, algo que choca con el discurso de la todavía ministra y del propio Sánchez
Es más que probable que, a ojos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, José Luis Ábalos fuera alguna vez empleado del mes. Incluso, la misma estadística le haría repetir a la hora de levantar semejante honorífico galardón de muy buena gana. Lo que quizás no sea tan seguro es que haya gozado con fruición el hecho de haberse convertido en el personaje de la semana a causa de ser señalado directamente por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil como «el jefe» de la inicialmente llamada trama Koldo y, posteriormente, haber pasado a ser el caso PSOE.
Víctor de Aldama, el chalet a la que supuestamente era su novia pagado por los implicados en el caso, el tan conocido como versionado viaje de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, a España pese a tener prohibido pisar suelo europeo, la presunta compra de mascarillas de forma fraudulenta… Al que fuera mano derecha e izquierda de Sánchez en el Ejecutivo de puertas hacia dentro de la sede de Ferraz se le acumulan los escándalos y está al borde de la investigación formal por parte del Tribunal Supremo.
Sin embargo, todo ese horizonte judicial más que complejo para el valenciano y lo que, a tenor de periodistas y analistas, va a ir saliendo en los próximos días, contrasta con su situación en el PSPV-PSOE. O, mejor dicho, de su influencia, todos esos tentáculos que a base de años ha ido consolidando en la federación socialista, la segunda de España a nivel de militantes.
Debilidad interna de Morant
Y es que su alter ego en el partido y en el Congreso de los Diputados, Alejandro Soler, ha logrado reunir la cantidad de avales suficiente como para, salvo sorpresa mayúscula, ser reelegido como secretario general de la formación en la provincia de Alicante, una plaza nada desdeñable en términos políticos y orgánicos. En concreto, ha presentado 901 firmas de sus compañeros.
Con todo, la mandataria del PSPV no ha sido capaz de introducir en el territorio del sur de la Comunidad a alguien de, como se dice coloquialmente, fuera de su 'cuerda' y dar carpetazo al 'abalismo' en la región. Este aspecto puede ser consecuencia de un hecho, de un segundo o de ambos en la misma proporción. Es decir, o Morant ha sido incapaz de imponer su criterio en Alicante pese a haber sido ella misma impuesta por la dirección nacional del PSOE o no ha querido, puede ser que de modo preventivo, hurgar en la herida internada dada su debilidad orgánica.
Sobre ambas circunstancias, merece la pena recordar que fue el propio Soler, junto a su homólogo en Valencia, Carlos Fernández Bielsa, quien se presentó a unas primarias contra la exalcaldesa de Gandía para hacerse con el liderazgo socialista en la federación. Ese proceso fue parado casi sobre la bocina por la maquinaria de 'fontaneros' de Ferraz y Soler se tuvo que conformar con la presidencia del PSPV, un cargo honorífico y sin función ejecutiva alguna.
En paralelo, el alicantino es quien preside la Comisión de investigación en la Cámara Baja sobre la compra de mascarillas por el conjunto de las administraciones públicas durante la pandemia. Algunos maliciosos achacan esta designación a la 'casualidad' dada su cercanía política y personal a Ábalos.
Sea de un modo o del otro, lo cierto es que Morant, que llegó a la cúpula del socialismo valenciano para dejar atrás la etapa de Ximo Puig y abrir una etapa era con vistas a las elecciones autonómicas de 2027, compartirá presidencia provincial con el expresidente regional en Castellón y con la persona más próxima a Ábalos en Alicante.