Valencia  Las instituciones valencianas se movilizan para proteger la plaza de toros de Algemesí, única en España

La Comunidad Valenciana esconde joyas únicas, con un gran valor histórico y cultural, algunas de ellas catalogadas con el distintivo de Bien de Interés Cultural (BIC). Aunque este, por el momento, no es el caso de la plaza de toros de Algemesí. Situada en el municipio valenciano de la comarca de la Ribera Alta, a pesar de sus peculiaridades y de ser única en toda España, aún no ha logrado este reconocimiento por el que tanto la administración local como el Gobierno valenciano están luchando.

El galardón de Bien de Interés Cultural (BIC), es una figura de reconocimiento y protección del patrimonio histórico español, que abarca bienes muebles, como el caso de monumentos, e inmuebles, como pinturas y dibujos. La Comunidad Valenciana cuenta con una gran variedad de distinciones entre sus tres provincias, algunos de los más destacados son el Palmeral de Elche o la Iglesia de San Nicolás del Grau, en Gandía.

La plaza de toros de Algemesí es una obra excepcional de la ingeniería popular valenciana gracias a su ejecución, sistemas de seguridad y red de pasillos que permiten la libre circulación del público por debajo de los cadafales. Fue diseñada en 1947 por el arquitecto Segura de Lago y cuenta con una técnica de construcción ancestral valenciana que la convierte en una obra maestra.

Gracias a su tipo de estructura y su particular método de montaje, la convierte en una plaza de toros única en todo el país y un símbolo de la tradición taurina valenciana, que por ello opta a este importante galardón español.

Construcción entre 300 voluntarios

Todos los años, Algemesí levanta esta plaza de toros rectangular construida únicamente con maderas, clavos y cuerdas, en la que se celebra a finales de septiembre la Semana Taurina de Algemesí. Los propios aficionados son los que trabajan codo con codo construyendo el recinto durante siete días, donde colaboran aproximadamente 300 personas.

El montaje comienza el 9 de septiembre, una vez que la Mare de Déu de la Salut, patrona de la localidad, entra en la Basílica de San Jaime. Para la estructura de la plaza se utilizan siempre las mismas maderas, que solo se sustituyen en caso de que estén deterioradas.

La plaza tiene una superficie total de unos 1.700 metros cuadrados, de los cuales unos 700 constituyen la zona de lida o albero, con forma de cuadrilátero, y el resto corresponden al graderío, con un aforo de unas 5.000 personas, 1.400 de ellas sentadas.

Los orígenes de esta estructura se remontan al año 1943, cuando el arquitecto local Joan Segura de Lago, junto a un grupo de maestros cadafalers, conciben la plaza tal y como se conoce actualmente, con forma rectangular para adaptarse a las características de la Plaza Mayor ya existente en el municipio, además de sus calles, las balconadas, las edificaciones y los rincones.

La plaza no tiene soporte en las paredes circundantes y se sostiene mediante una estudiada compensación de fuerzas, formando unos graderíos resistentes y firmes con un ancho pasillo por la parte inferior que permite circular a los espectadores.

Las primeras noticias taurinas que se conservan en el archivo municipal de la localidad datan del 19 de agosto de 1643, aunque la relación de esta localidad con los toros arrancó en el siglo XIV. Originalmente, los animales entraban por las calles de Algemesí hasta la plaza Mayor, donde se montaban plataformas rudimentarias para poder ver el espectáculo, primero con carros y troncos de morera y, más tarde, con graderíos que dieron lugar a la plaza que se conoce hoy en día.

Desde la Consejería de Educación, Cultura, Universidades y Empleo ya han movido ficha para declarar como BIC de carácter inmaterial el sistema constructivo tradicional de la plaza de toros de Algemesí, como ejemplo «singular y único» de la arquitectura popular. Por lo que han publicado en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGV) la incoación del expediente para comenzar con el trámite.

El Ayuntamiento de Algemesí no se queda atrás y también está forzando este reconocimiento. En la sesión plenaria del mes de septiembre, acordó con los 15 votos a favor de PP, PSOE y VOX, y 3 abstenciones de Més Algemesí y EU, que se inicie el expediente para la solicitud. La petición se presentará a la Dirección de Cultura y Patrimonio de la Consejería de Cultura y Deporte.

Natxo Silvestre, concejal de Turismo, Fiestas y Tradiciones, ha afirmado que: «Todos los algemesinenses sabemos el mérito que tiene esta plaza, porque está hecha con madera, cuerdas y claves, no está apoyada en ninguna fachada y tampoco viene ninguna empresa externa a montarla. Son los propios cadafaleros los que la montan y es un tesoro que tenemos que proteger y conservar».

Trofeo conmemorativo

La secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, visitó el Ayuntamiento de Algemesí a finales del mes de septiembre, donde se celebró una recepción en la que han participó el alcalde de la localidad, José Javier Sanchis, y el director del Museo Valenciano de la Fiesta, Alejando Villar; así como miembros de la Corporación Municipal y de la Comisión Taurina, encargada de la organización de la Feria Taurina, según ha informado la Generalitat Valenciana en un comunicado.

Durante el acto, se hizo entrega a la secretaria autonómica de un trofeo conmemorativo de la Plaza de Toros de Algemesí, en señal de agradecimiento al Consell por el interés mostrado para proteger y reconocer esta construcción «emblemática» para la localidad y para el conjunto de la Comunidad Valenciana.

Tébar ha destacado durante la recepción que el objetivo de la Generalitat «es proteger este ejemplo único de la arquitectura popular y reconocer, al mismo tiempo, la gran tradición taurina de los habitantes de Algemesí y los elementos que la caracterizan, entre los que destaca su peculiar plaza rectangular de madera», al tiempo que ha resaltado su «carácter histórico patrimonial único en el ámbito de la Comunidad Valenciana y también a nivel estatal que es necesario proteger».

«Esta plaza es el orgullo de un pueblo que la siente como propia, es un estandarte que hace única una feria singular y que, por tanto, forma parte de la cultura popular no solo de Algemesí sino de toda la Comunidad Valenciana», ha afirmado Tébar.