José Muñoz, José Chulvi (PSPV-PSOE) y Joan Baldoví, en las Cortes ValencianasJosé Cuéllar / Cortes Valencianas

PSPV y Compromís sincronizan sus discursos para relacionar a Mazón con la corrupción sin pruebas

La izquierda valencia, desesperada por las encuestas que otorgan una amplia mayoría a Mazón, aboga por aunar un relato a pesar de que los sondeos dicen que no tiene cabida social

Pili y Mili fueron dos hermanas gemelas que eran, como no podía ser de otra manera, tal para cual. Su gran éxito lo consiguieron en el teatro, al igual que sus homólogos políticos en la Comunidad Valenciana. En el teatro parlamentario ha entrado esa nueva pareja, antaño discutida, que se llama izquierda.

Con ese guion, no tan perfecta como ideológicamente cohesionado, tanto el PSPV-PSOE como Compromís han limado asperezas y están volviéndose a poner de acuerdo. Lo llamativo es que las discrepancias que tan solo hace unos meses se daban, hoy es pura unidad en contra de un enemigo común.

«Ya que no eres vasto, al menos sé cauto», decían los clásicos. Pues ni por esas. Socialistas y nacionalistas se han encargado a golpe y porrazo de arrojar contra el jefe del Consell toda clase de acusación sobre corrupción. Lo ha sido bajo el nombre de Eduardo Zaplana, pero, a la par, lo ha sido sin la más mínima prueba. Mucha acusación, siguiendo el mantra izquierdista de cuanto más mejor, pero la verdad es que no ha habido ni la más mínima evidencia ni mediática ni en en ningún juzgado ni el Fiscalía.

Mazón lo tiene claro

Si curioso es que los partidos de la oposición, excepto Vox, hayan utilizado el citado mecanismo parlamentario para cargar contra Mazón, más llamativo resulta que sea casi 20 meses después de haber tomado posesión en el Palau, Muñoz, Baldoví y tantos otros utilicen esta supuesta arma para atacar a un Consell que, según encuestas de un lado y de otro, tendría ocho años más de mandato.

Más allá de la supuesta Comunidad nefasta que según los socialistas Mazón está dejando, el portavoz del PSPV-PSOE, José Muñoz se dedicó a adjuntar a Zaplana y a Mazón. «Tome nota», le advirtió el síndico, sin mayor prueba alguna y a la par que obviaba que la mujer de su jefe de filas está imputada por corrupción en los negocios y por tráfico de influencias. También evitó la mención de que sobre el hermano del jefe del Ejecutivo también pesa más de una investigación.

Carlos Mazón, respondiendo al portavoz del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas, José MuñozCortes Valencianas / José Cuéllar

La consigna toca lo suyo cuando tanto Muñoz como Baldoví hablan, no se sabe si por casualidad o por casualidad, de que ciertos miembros del Consell tuvieron, de manera directa o indirecta, más cerca o más lejanamente, algún cargo con Zaplana.

De este modo, la izquierda apunta a la vicepresidenta, Susana Camarero, y a los consejeros de Sanidad, Marciano Gómez, de Agricultura, Miguel Barrachina, de Educación, José Antonio Rovira y demás. «Lo llamativo es que el caso de Zaplana lleve más de veinte años abierto y sea, casualmente ahora que se han publicado encuestas en que Mazón alcanzaría más escaños que toda la izquierda junta, cuando Compromís y PSPV-PSOE se vuelven a juntar», deslizan fuentes 'populares'.