Historia valenciana
La fortaleza musulmana que da nombre a Castellón
El Castillo de Fadrell es el punto clave que da lugar a la actual capital de la Plana, fundada en 1251 cuando la población de las colinas y la zona amurallada bajó al llano con el permiso del Rey Jaime I de Aragón
Castellón de la Plana, con una historia de más de ocho siglos, fue fundada el 8 de septiembre de 1251 gracias al permiso otorgado por el Rey Jaime I de Aragón y debe su nombre a una pequeña fortaleza que se erguía en la colina alrededor del cerro que dio origen a la ciudad actual: el Castell vell o Castillo de Fadrell.
El castillo de Fadrell, también llamado castell Vell, castillo de la Magdalena, de los Moros o de Sas, tiene origen musulmán y fue construido entre los siglos XI y XIII, donde también han sido hallados restos de poblaciones neolíticas.
El edificio se adapta de forma escalonada a los accidentes de la colina y conserva muchos de los elementos originales árabes, como el tapial y la mampostería, ya que apenas fue modificado en época cristiana.
Esta fortaleza fue el punto de referencia para formar la actual capital de la Plana. En la época del Cid, no existía Castellón geográficamente como se conoce en la actualidad. Fue en 1251 cuando la población fue trasladada desde la zona amurallada del castillo hacia el llano, donde se acabaría fundando la actual Castellón de la Plana.
A finales del siglo XI, el conocido como castillo árabe de Fadrell, a unos 7 km de la actual ciudad, formaba parte de los dominios del Rey Pedro I de Aragón en Levante, al igual que Miravet, Oropesa del Mar y la importante fortaleza de Montornés, de la que dependía.
La sublevación de este castillo por parte de su población, mayoritariamente musulmana, propició que a principios de 1097 un ejército coaligado del Cid y el Rey Pedro I sitiasen la fortaleza rebelde, que finalmente cayó. Ambas fortalezas permanecieron bajo dominio aragonés hasta la llegada de los almorávides en 1103.
Cuatro recintos y una ermita
El castillo, con una forma irregular, disponía de cuatro recintos que se adaptan al terreno de manera escalonada. En el área superior se localiza la Alcazaba, con tres torres semicirculares, considerándose también restos de murallas y aljibes. El recinto intermedio, Albacar, que contiene al anterior, cuenta con otras tres torres y en él se sitúa la Ermita de la Magdalena.
Tras diversas restauraciones, pueden distinguirse los recintos de los que se componía la fortaleza y en recientes excavaciones arqueológicas, en julio de 2020, se han hallado vestigios de un tramo de 500 metros de muralla rodeando al poblamiento y una torre exenta del siglo XI.
Dentro del amurallamiento intermedio se encuentra la ermita de la Magdalena, edificada en el siglo XV. Tiene un pórtico, que se construyó primero, seguido de la capilla, cubierta con una bóveda de medio cañón y con dos naves paralelas. Tanto la cocina como la hospedería son de épocas posteriores, del siglo XVII y XVIII, respectivamente.
Esta ermita, que se sitúa casi anexa al castillo, está excavada en la roca. En 1758 el maestro Vicente Pellicer le dio la configuración actual de ermita hospedería y torre adosada. En un muro interior existen unas pinturas murales, que algunos autores fechan en el siglo XIV.
Actualmente, la Ermita de la Magalena es donde llegan los castellonenses en la Romería de Les Canyes el tercer domingo de Cuaresma.
Tanto el Castell Vell como la ermita de la Magdalena están catalogados como Bien de Interés Cultural. Además, se puede acceder de forma libre al espacio, pero es necesario concertar visita previa para acceder a su interior.